Investigadores de la Universitat de Girona (UdG) y del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña-Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CTFC-CREAF) han concluido en un artículo que el cambio climático está complicando la regeneración vegetal que se produce tras un incendio forestal.

Según detalla el artículo, que ha sido publicado en la revista de alcance internacional PLOS ONE, la regeneración vegetal después de un incendio se ve retardada por el aumento de aridez que está provocando el cambio climático.

En el estudio, en el que han participado los investigadores del grupo de Biología Animal de la UdG Roger Puig-Gironès y Pere Pons y el investigador del CTFC-CREAF Lluís Brotons, indica que el aumento de aridez también dificulta la recuperación de las poblaciones de animales que habitan en los bosques, sobre todo en el sotobosque y en los matorrales.

El estudio incluye también un análisis con más de 3.000 muestras de pájaros y vegetación de 70 áreas que se quemaron en Cataluña para explorar la influencia que tiene el aumento de la aridez en la regeneración tras un incendio forestal.

El análisis muestra cómo este aumento afecta negativamente a la recuperación de la vegetación y al número de especies de aves.

Los investigadores también han destacado la importancia de los roedores que habitan en un bosque después de un incendio, ya que estos vertebrados son un componente destacado para el funcionamiento de los ecosistemas forestales: son presas de depredadores, se alimentan de semillas y las dispersan y contribuyen, con su actividad subterránea, a la fertilidad del suelo.

Además, según el estudio, la tala de grandes áreas quemadas puede modificar el hábitat y afectar a las poblaciones animales, poniendo en riesgo la recuperación natural de la vegetación y alterando la heterogeneidad del paisaje.