La polémica está servida. Lo que comenzó siendo una visita de buena voluntad de La Legión se ha convertido en el centro de las críticas de algunos y, sobre todo, de las burlas de otros muchos que a través de las redes sociales han vuelto, una vez más, a hacer gala de su ingenio.

La Congregación de Mena de Málaga y una decena de caballeros legionarios de las escuadras de Gastadores, comandados por el cabo mayor y un cornetín, visitaron el pasado lunes a los niños hospitalizados en la planta de Oncología del Hospital Materno Infantil de Málaga, a los que les llevaron camisetas y peluches de borrego de La Legión.

Con esta visita, denominada Misión Hospitalaria Teniente Remón, la Congregación ha participado por primera vez en este tipo de actividades lúdicas organizadas por el hospital.

Hasta aquí nada fuera de lo normal. La polémica ha surgido a raíz de que, en un momento de la visita, los legionarios comenzaran a cantarles a los niños su conocido himno, El novio de la muerte.

Twitter no ha tardado en reaccionar, bajo el hashtag #LegionariosCantando. Unos, proponiendo otras canciones para otras plantas del hospital. Otros, criticando duramente la iniciativa de los legionarios. Y algunos, criticando a estos últimos.

El hospital, por el momento, no ha querido hacer declaraciones al respecto. Sí lo ha hecho el parlamentario de IU por Málaga, José Antonio Castro, que considera "inaceptable" que la Junta "facilite la presencia de militares en un centro público". Y ha añadido que esta visita "no respeta la liberta religiosa, ni el estado en que se encuentran las personas que están ingresadas en el hospital, así como sus familiares".

Por su parte, el Ejército de Tierra ha justificado que los legionarios cantaran su himno en el hospital y ha defendido que lo importante de la jornada fueron las cinco horas e ocio que pasaron los militares junto a los niños.