Un tercio de los españoles de 25 a 34 años solo acabó educación básica, el doble que en la UE

  • El bajo nivel educativo de un tercio de jóvenes españoles lastra su capacidad para encontrar empleo. Son datos recogidos por la OCDE.
  • Muchos chavales que rondaban los 18 años dejaron los estudios durante la burbuja inmobiliaria para trabajar, sobre todo, en la construcción.
  • Esta bolsa de personas con escasa formación tienen alta probabilidad de sufrir pobreza, exclusión y problemas de salud.
  • Muchos de ellos ahora están intentando elevar su nivel de cualificación: el 44% de los inactivos en esa franja de edad no trabajan para retomar los estudios.
Un grupo de jóvenes caminando por una calle de Madrid.
Un grupo de jóvenes caminando por una calle de Madrid.
JORGE PARÍS
Un grupo de jóvenes caminando por una calle de Madrid.

A menudo se habla de la generación millenial como la mejor preparada de la historia de España. Se dice que tienen un alto nivel educativo, pero pocas oportunidades laborales. Y en cierto modo es así, ya que un 41% de los españoles de 25 a 34 años han superado estudios superiores. Sin embargo, junto a esa bolsa de jóvenes con alta cualificación convive otra gran proporción de veinteañeros y treintañeros cuyo expediente académico solo incluye la educación básica, es decir, acabaron el colegio, pero abandonaron el instituto (BUP o ESO) a medias.

Este fenómeno es un problema endémico español. El 34,4% de los jóvenes de 25 a 34 años en España solo han alcanzado la educación básica, según datos recogidos por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que engloba a los países desarrollados). Esta juventud poco formada duplica a la existente en nuestro entorno europeo (la media en la UE es del 14,9%) y a la registrada en los países ricos de la OCDE (el 16,4% de sus jóvenes solo tiene educación básica).  En Finlandia solo el 10,5% se quedó en la educación primaria; en Francia, solo el 13,3%;... incluso en Grecia tienen jóvenes más formados que España (solo el 16,4% de los jóvenes griegos se quedaron en la básica). Están peor que España países como Brasil (38,2% con solo educación básica) o México (55%).

El origen de esta bolsa de jóvenes poco cualificados se encuentra en la burbuja inmobiliaria (finales de los años 90 e inicios de la década pasada). "Son jóvenes que durante la etapa expansiva encontraban trabajo con facilidad aunque tuvieran poca cualificación", apunta el Observatorio Social de La Caixa, cuyo informe de abril analiza las causas del elevado paro juvenil.

En esos años, muchos chavales que rondaban los 18 años abandonaron sus estudios de Secundaria para entrar al mercado laboral, atraídos principalmente por trabajos en la construcción u otros sectores en alza que exigían poca formación. Finalmente, cuando estalló la burbuja se encontraron sin trabajo y sin los estudios necesarios para saltar a otro sector laboral. Y engrosaron el paro.

"En España hubo una apuesta consciente de convertir la construcción en un pilar de la economía española. Muchos vieron en este sector una salida fácil y bien remunerada. Eran además el nicho de público potencial de FP, pero al pincharse la burbuja se han convertido en un sector muy vulnerable  porque su resinserción laboral es muy difícil", asegura Víctor Reloba, vicepresidente del Consejo de la Juventud.

Ahora, estos jóvenes corren el riesgo de quedarse descolgados de la sociedad. "La gran crisis ha afectado a los jóvenes en un momento clave de su trayectoria laboral: la transición de la educación al empleo, lo que puede tener extensas repercusiones, en el sentido de no alcanzar las tasas de empleo de generaciones precedentes", explica Begoña Cueto, profesora de Economía Aplicada en la Universidad de Oviedo.

Y sus perspectivas no son mejores, según augura Cueto: "Sus tasas de empleo serán bajas y su situación laboral no será buena, lo que tiene consecuencias en cuanto a la probabilidad de riesgo de pobreza y exclusión". La OCDE añade tres riesgos más para ellos: una menor participación social y política, una peor salud y un menor acceso a las nuevas tecnologías.

Vuelven a conectarse retomando los estudios

Aunque muchos de ellos están buscando ya una solución para volver a conectarse al mundo laboral. Para ello optan por retomar los estudios. Actualmente, según la Encuesta de Población Activa, un 43,9% de los jóvenes inactivos en esa franja de edad no están trabajando porque han decidido emplear su tiempo en ampliar sus estudios. "La vuelta a la formación reglada se revela como una forma de mejorar sus probabilidades de integración laboral cuando el empleo vuelva a crecer", expone el estudio de La Caixa.

Los analistas, como la profesora Begoña Cueto, recomiendan "potenciar la FP, pero no como una opción de segunda. Los grados medios y superiores tienen un alto nivel de empleabilidad. Hay que dar más valor a la formación dual (combina teoría con práctica)". En España, solo el 45% de los estudios medios optan por la FP, frente al 67,8% en la UE.

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