El músico Eduardo Rodrigo, marido de Teresa Rabal y compositor de sus grandes éxitos como Veo, Veo o De oca a oca, ha fallecido este lunes a los 73 años en Madrid debido a un fallo respiratorio derivado de una enfermedad pulmonar grave, según ha confirmado su familia en un comunicado. "Juntos, construimos una carrera y una familia que nos ha hecho muy felices durante estos 44 años", ha indicado Rabal en dicho comunicado.

De padre español y madre argentina, comenzó a escribir canciones y poemas a los 14 de años de edad; estudió guitarra, armonía y composición, y se tituló como experto en folklore. La primera etapa de su carrera artística se desarrolló en Hispanoamérica, donde lanzó 20 discos y realizó numerosas giras.

En 1970 tuvo lugar su primera gira europea que, entre otros destinos, incluía España, donde se grabó su poema Los ojos de Charly, premiado en el Instituto de Cultura Hispánica. En 1971 obtuvo también el Premio de la Crítica del Festival de Almería y en 1972 el primer Premio del Festival de Benidorm con su canción A María yo encontré.

En 1973 se afincó definitivamente en España, donde grabó varios discos y compuso bandas sonoras para el cine y TVE. En ese tiempo era frecuente que actuara interpretando sus temas A María yo encontré, Indio, Por eso te quiero y Uds. mujeres, entre otros.

Se casó con Teresa Rabal, hija de Paco Rabal y Asunción Balaguer, en 1977 y comenzó a producir proyectos profesionales orientados al público infantil. El espectáculo Una cigarra llamada Teresa se estrenó con gran éxito en 1979, marcando un antes y un después en su carrera.

Entre otros inolvidables trabajos junto a Teresa Rabal destacan Veo Veo, De oca a oca, Me pongo de pie..., La canción de los sonidos o Palmitas con palmitas, destaca la SGAE en una nota en la que transmite su pésame a la familia.

"Fue un excelente padre, el mejor, un abuelo maravilloso y un marido excepcional, a quien siempre recordaremos con una sonrisa, por su generosidad y su sentido del humor, que le acompañó hasta el último momento. La vida con él fue siempre un regalo. Sus hijos Luís y María; sus nietas Paula y Susana y yo, su viuda, le recordamos con amor y admiración infinitas", concluye Teresa Rabal en el comunicado.