La Policía Nacional ha identificado a dos sospechosos de la agresión mortal a un joven de 22 años durante un altercado en un bar y las investigaciones en torno a su fallecimiento se encuentran en estado "avanzado", según han informado fuentes policiales.

Pablo P. celebraba la noche del viernes su cumpleaños con unos amigos cuando al salir de un local en el centro de Málaga se encontró con dos personas peleándose y decidió mediar entre ellos. Sin embargo, fue abordado por la espalda por una o varias personas y recibió un golpe en la nuca que le hizo caer al suelo inmóvil, donde le propinaron también algunas patadas. Uno de los amigos de Pablo también fue agredido, según fuentes policiales.

El joven de 22 años entró en parada cardiorespiratoria y ya se temía por su vida dadas las heridas cuando la Policía le encontró inconsciente. La ambulancia no tardó en llegar y el equipo intentó reanimarlo durante 25 minutos y, cuando recuperó el pulso, lo trasladaron hasta el Hospital Clínico en una UVI móvil. Debido a su estado crítico, fue ingresado directamente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Hasta el sábado estuvo en estado de muerte cerebral cuando sus padres, siguiendo la voluntad del joven, activaron el protocolo para donar sus órganos. El domingo al mediodía recibió sepultura en el cementerio de San Gabriel.

El joven, hijo de un conocido abogado laboralista, trató de mediar en la pelea que estaba presenciando por el carácter pacífico que le definía, según comentó un familiar. "Si se metió es porque seguro que vio una injusticia. No toleraba que se abuse de los más pequeños. Él no sabía pelear ni se ha peleado nunca. No bebía ni fumaba. Era un niño muy sano, muy noble, sensible...", afirmó a Málago hoy.