Diez razones para visitar ya la desconocida Melilla

  • La zona más hermosa que ver es la Ciudadela: Fenicios, romanos, vándalos y bizantinos dejaron aquí su huella.
  • La sorpresa es el modernismo: Melilla atesora el patrimonio modernista más importante de España después de Cataluña.
Frente de Trápana, en Melilla La Vieja.
Frente de Trápana, en Melilla La Vieja.
WIKIPEDIA/Miguel González Novo
Frente de Trápana, en Melilla La Vieja.

Melilla existe y no sólo cuando es noticia porque un grupo de inmigrantes hayan saltado la valla. Y no, no está junto a Ceuta: las separan cientos de kilómetros. Sin embargo, esta pequeña ciudad autónoma española en suelo africano tiene más atractivos de los que pudieras imaginar. Fenicios, romanos, vándalos y bizantinos dejaron su huella en la ciudad. En Skyscanner han hecho la lista de lo mejor de Melilla: diez razones para visitarla ya.

Melilla La Vieja

La zona más hermosa que ver en Melilla es la Ciudadela (otro de los nombres con los que se conoce a Melilla La Vieja). Fue declarada Conjunto Histórico-Artístico y se muestra como una imponente fortaleza construida sobre un peñón que se adentra en las aguas del Mediterráneo. La Ciudadela se compone de cuatro recintos fortificados, separados por fosos, y erigidos a partir del siglo XV. Dentro de sus murallas hay fuertes, plazas, bonitas calles, aljibes y muchas más joyas monumentales.

Ruta del Modernismo

Los amantes del arte modernista tendrán más de 900 muestras que ver en Melilla. No en vano, la ciudad atesora el patrimonio modernista más importante de España después de Cataluña. Fue el arquitecto catalán Enric Nieto i Nieto, un discípulo aventajado de Gaudí, quien se trasladaría a Melilla a principios del siglo XX, trayendo consigo el estilo modernista que tanto triunfaba en la Cataluña de la época.

Para admirar algunas de las perlas modernistas de Melilla puedes acercarte al ensanche Reina Victoria. A esta zona se le conoce como el Triángulo de Oro. Desde la plaza de España, donde se halla la Casa Melul y el Palacio de la Asamblea, continúa por la calle Ejército español - donde se encuentran la Cámara de Comercio y el Telegrama del Rif – hasta encontrarte con el edificio La Reconquista, en la plaza Menéndez Pelayo. Casa de los cristales, Casa Tortosa y El Acueducto son otras de las muchas joyas modernistas que visitar en Melilla.

Casino Español

La preciosa fachada modernista del Casino Español –fundado en 1898– es sólo el preámbulo a un interior en el que destaca la biblioteca entre unas salas decoradas profusamente. Acudir a él era un símbolo social en la Melilla de principios del siglo pasado.

Parque Hernández

El parque más emblemático de Melilla fue un campo de instrucción militar hasta que el Capitán General de la ciudad, Venancio Hernández Fernández, decidió convertirlo, en 1902, en parque. Con el tiempo, fue evolucionando hasta convertirse en el pulmón de la ciudad. Surtidores de agua, jardines con especies exóticas (drago, ficus, palmeras, araucarias…), estatuas de personalidades (como Lope de Vega, Félix Rodríguez de la Fuente o Fernando Arrabal) y un templete de música, son algunos de sus atractivos.

Plaza de los Pescadores

Melilla es una ciudad que vivió siempre de cara al mar. La Plaza de los Pescadores es el monumento conmemorativo que los melillenses dedican a los duros pescadores que aquí se buscan la vida. Se encuentra pegada a las murallas de la ciudad, junto a la salida del puerto, donde se encontraba el edificio de Aforos. En el mismo centro de la plaza se halla una barca tradicional con los nombres de los barcos que, partiendo de Melilla, faenaron en el Mare Nostrum.

Cuevas del Conventico

Estas cuevas están situadas en la Muralla de la Cruz, enmarcada en el primer recinto amurallado de Melilla la Vieja. Se cree que se originaron a partir de una gruta natural que pudo ser usada por los fenicios. En el siglo XVIII, cuando la ciudad estaba siendo sitiada por el Sultán Sidi Mohamed Ben Abdalah, las cuevas se ampliaron para dar cabida a las familias de Melilla, las autoridades militares y las imágenes religiosas de la cercana iglesia de la Purísima Concepción.

Fuerte de Victoria Grande

Se trata de uno de los más impresionantes fuertes que ver en Melilla. Fue levantado en el siglo XVIII y sufrió el asedio árabe de 1774. Además, uno de sus cañones, “El Caminante”, disparó los proyectiles que se utilizarían para delimitar el territorio de Melilla. Durante la Guerra Civil tomó el rol de prisión y, unos años después, quedaría abandonado.

Parque Agustín Jerez

El bonito y tranquilo parque Agustín Jerez se creó para rendir tributo a un trabajador de la desaparecida Compañía Española de Minas del Rif que se dedicaba a cuidar de las bellas palmeras de este jardín. Tiene una superficie de 4.800 metros cuadrados y sus bellos bancos son el complemento perfecto a sus llamativas palmeras.

Museo de Arqueología e Historia de Melilla

Se encuentra en la antigua Torre de la Vela y fue reformado en 1997. El edificio tiene tres plantas y presenta colecciones con las que puedes realizar un recorrido cronológico por la Historia de Melilla. Prehistoria, Antigüedad Clásica Púnico-Romana, sala numismática y época moderna y contemporánea son las exposiciones principales.

Monumento a Pedro de Estopiñán

Una escultura de Pedro Estopiñán y Virués preside la plaza que lleva el mismo nombre, dentro del recinto amurallado de Melilla la Vieja. Él fue el comandante del ejército del duque Juan Pérez de Guzmán que tomó la ciudad en 1497. Los Reyes Católicos le concedieron el título de adelantado y gobernador general de las Indias, pero nunca llegó a ocupar su cargo porque falleció antes de partir hacia el Nuevo Mundo.

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