La fotografía de Juergen Teller: entre la necedad y la simpleza

  • El fotoartista alemán expone en Berlín '¡Disfruta tu vida!'.
  • Hay retratos que desmitifican a los famosos y los acercan al ridículo—desde Kim Kardashian a Pep Guardiola— y absurdas instantáneas realizadas con desgana.
  • Autotildado de honesto, el hoy millonario retratista es uno de los pilares de la desafección fotográfica que nació en los territorios del 'grunge'.
Kim Kardashian en una foto de Juergen Teller
Kim Kardashian en una foto de Juergen Teller
© Juergen Teller
Kim Kardashian en una foto de Juergen Teller

O tiene poco que decir o, cuando dice algo, repite lugares comunes que otros centenares de artistas han frecuentado antes. Por ejemplo: "En el sentido más amplio, todo es una especie de autorretrato. Es sólo la forma en que ves las cosas y cómo algunas despiertan tu curiosidad y te emocionan". La frasecita, una nadería y un cliché, sirve a Juergen Teller (1964) para justificar una gran antología de su obra.

Enjoy your Life! (¡Disfruta tu vida!), en el museo Martin-Gropius-Bau de Berlín hasta el 3 de julio, es una retrospectiva sobre la "imperfecta belleza", dicen desde la pinacoteca, de un artista que, después de más de cuatro décadas, ha amasado una fortuna haciendo fotografías que, a estas alturas, basculan entre la necedad y la simpleza.

Hace varias décadas que el alemán frecuenta la élite de los retratistas millonarios de moda, a la que llegó desde la música. Considerado uno de los artistas más brillantes de su generación, Teller empezó haciendo fotos de roqueros en la década de los años noventa del siglo XX. Sus imágenes de Björk, Nirvana, PJ Harvey y Sinéad O'Connor, crudas y sobreexpuestas, le abrieron las puertas de las revistas de moda y los trabajos por encargo de los diseñadores.

Teller se negó a entrar en el juego comercial tradicional. Sus trabajos para The Face y i-D, dos de las publicaciones de referencia y vanguardia de la época, eran la antítesis de los reportajes de moda al uso. Fotógrafo de confianza de Kate Moss, a la que retrató por primera vez cuando la top-model tenía 15 años.

El retratista alemán fue el encargado, desde 1998, de las campañas de Marc Jacobs, que tuvieron un gran éxito y en las que trabajó, entre otras modelos, con Sofia Coppola, Charlotte Rampling, Meg White, Michael Stipe, Cindy Sherman, Winona Ryder y Victoria Beckham. A todas las retrató huyendo de convenciones, en poses ajenas al academicismo y con la intención de contar historias, casi siempre de humor grueso, antes que mostrar belleza o glamour.

Kim Kardashian y Kanye West

Tras su consideración como artista, Teller ha perdido pegada y se ha dedicado a intentar, entre la necedad y la simpleza, a espantar a los burgueses, lo que tendría cierto sentido hace un siglo pero no ahora. Además de retratarse en ropa interior y aprovechar su agenda de contactos para hacer fotos, también en lencería, de celebrities como Kim Kardashian y Kanye West, a quienes dedicó un libro.

Como es habitual, el fotógrafo vende muy bien la vulgaridad de su estilo: se trata de alentar a sus modelos y amigos a "mostrar su individualidad" y capturarlos en momentos "aparentemente privados e íntimos, lejos del resplandor de la atención pública". Como las fotos son mediocres, las convertimos en instrumentos de ruptura de "códigos visuales" y "desmitificación de las estrellas".

'Seductor y real'

El estilo de Teller es "seductor, real, a menudo basado en una estética hermosa y otra veces en una fea", dice Rein Wolfs, coordinador de la exposición. Como "documentación subjetiva" y apuntes autobiográficos, las imágenes son objetos "directos, sinceros y ocasionalmente chistosos".

El gran valor del fotógrafo, añade, es la "curiosidad" y la "facilidad con la que reúne objetos y motivos que parecen no tener nada en común", desde fotos de su madre, hasta retratos de Pep Guardiola jugando al golf. No es vano, Teller es uno de los pilares de la fotografía del desapego, en la que poco o nada importa la empatía.

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