Momentos antes de asistir a la presentación de la memoria de Justicia del Menor correspondiente a los años 2015 y 2016, ha alertado sobre la creciente problemática de los menores que agreden a sus padres y de la falta de disciplina que, en ocasiones, contribuye a este tipo de maltrato.

Ante esta problemática, Caldevilla ha destacado las medidas que se aplican, que van desde la búsqueda de soluciones para lograr una convivencia pacífica hasta el internamiento en la Casa Juvenil de Sograndio cuando el problema ya es más grave. Ha destacado la efectividad de la nueva medida de Convivencia en grupos educativos, puesta en marcha por primera vez en 2016 y en la que jóvenes de entre 14 y 21 años interactúan en espacios de intervención socioeducativa en los que se atajan los casos de forma más específica.

La presentación de la memoria ha corrido a cargo del consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez; la directora general de justicia e interior, Encarnación Vicente; y los responsables de la Casa Juvenil de Sograndio, Fundación Cruz de los Ángeles y del Centro Trama.

La memoria incluye las actividades desarrolladas por todas estas entidades relacionadas con el internamiento de menores, programas educativos, de seguimiento y de prevención de las conductas. El consejero ha destacado la necesidad de adelantarse, a través de estas actividades, a las problemáticas y su complejidad "para que no nos sorprendan y poder actuar en materia preventiva".

LOS DATOS

En lo referido al centro de Sograndio, en 2016 se ha producido un descenso de los ingresos en régimen semi abierto, pasando de 32 registrados en 2015 a los 21 del pasado año. En su mayoría han sido chicos, de entre 16 y 17 años y de nacionalidad española. También hubo un descenso de internamientos terapéuticos adoptados por el juzgado de menores, pasando de cuatro en 2015 a dos en 2016.

Sobre las fugas en el centro, el director, Manuel Ramos, ha señalado que en 2015 cinco menores no han regresado después de escaparse durante un permiso, mientras que cuatro se "han evadido" de las actividades programadas. Los datos para 2016 han sido similares, con cinco menores huidos.

La Fundación Cruz de los Ángeles, especializada en trabajar con la violencia 'filioparental', atendió en 2016 a un total de cinco menores de entre 14 y 17 años, desarrollando actividades de prevención y destinadas a satisfacer las necesidades que garanticen la continuidad de los menores en la sociedad como "miembros activos". Para ello han impulsado programas bilingües, de música, huerto solidario o programas de convivencia con animales.

De los cinco menores, todos han tenido visitas, salidas y pernoctas en sus casas, entablando de forma progresiva el contacto con sus familiares, siempre supervisados por los trabajadores de la fundación. Entre las familias atendidas se han puesto en evidencia problemáticas referidas al consumo de sustancias, violencia de género o la falta de habilidad para resolver conflictos.

Asimismo se han detectado dificultades para distinguir los roles dentro de la familia, con menores que se sienten solos e incomprendidos que "abusan" de sustancias tóxicas como método de inclusión en grupos de amigos.

El centro Trama, encargado de desarrollar programas de medio abierto y mediaciones extrajudiciales, atendió en el primero de ellos a 326 menores en 2015 y a 251 en 2016. Las mediaciones extrajudiciales implicaron a 62 menores en 2015 y a 37 en 2016.

Los menores que acuden al programa de medio abierto en su mayoría tienen problemáticas psicológicas "importantes" que han sufrido a lo largo de su vida, como trastornos del ánimo, del consumo, de atención o "gran malestar" emocional. Asimismo, el perfil habitual evidencia un miedo al rechazo, todo relacionado con la familia de la que proceden. Así, la memoria refleja que el 60 por ciento de las familias tenían también una problemática importante de marginalidad, maltrato o enfermedades crónicas que causan "dificultades" para que los padres ejerzan su rol paterno.

En el caso de las mediaciones extrajudiciales, la memoria evidencia la incidencia de las separaciones y divorcios en la conducta de los menores que agreden a sus padres y tienen comportamientos delictivos. En estos casos, la memoria destaca la vulnerabilidad de las madres en procesos de divorcio. "Si no se ataja, a medio y largo plazo puede derivar en un problema de maltrato cuando sean adultos", advierten.