De Monet a Kandinski, el paisaje como camino místico y sagrado

  • 'Más allá de las estrellas' propone en el Museo d'Orsay un paseo por el paisajismo trascendental y místico de comienzos del siglo XX.
  • La exposición ahonda en la elevación al infinito, el desafío de la noche, el contacto con las fuerzas de la naturaleza, la búsqueda de la luz y la fusión en el todo.
  • Hay obras de Gauguin, Denis, Hodler, Klimt, Munch, Redon, Schiele, Mondrian, Van Gogh y de artistas europeos menos conocidos como Dulac o Hablik.
Cuadro de Emile Bernard
Cuadro de Emile Bernard
Paris, musée d’Orsay © Musée d'Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Tony Querrec
Cuadro de Emile Bernard

El misticismo, un fenómeno espiritual presente en todas las religiones y en todos los continentes, también aparece, como es natural, en el arte de cualquier época. El Museo d'Orsay de París estima que esta búsqueda de trascendencia es más notable en el paisajismo que en el cualquier otro subgénero de la pintura.

La colectiva temática Au-delà des étoiles. Le paysage mystique de Monet à Kandinsky (Más allá de las estrellas: el paisaje místico de Monet a Kandinski), hasta el 25 de junio en la pinacoteca de la capital francesa, agrupa casi 120 pinturas que intentan "expresar la maravilla del hombre frente a la naturaleza", reconocida con intensidad a comienzos del siglo XX, cuando la individualidad se convirtió en mensaje primordial del arte.

Los artistas presentes en la muestra, entre ellos Monet, Kandinski, Gauguin, Denis, Hodler, Klimt, Munch, Redon, Schiele, Mondrian y Van Gogh, pintan paisajes para establecer un orden que "trasciende las apariencias físicas" y "supera la realidad material para conocer los misterios de la existencia".

El objetivo final de los paisajistas místicos era lograr que la capacidad de  "experimentar el olvido de uno mismo mediante la unidad perfecta con el cosmos", explican desde el museo parisino, que organiza la muestra en colaboración con la Galería de Arte de Ontario (Canadá).

La exposición ofrece una nueva lectura de la pintura paisajista en el cambio de siglo, destacando las cuestiones místicas de los artistas de la época. Esta reflexión se origina en las influencias comprobadas entre los artistas de Europa del Norte y los artistas canadienses en la representación de lo sagrado en la naturaleza, tema que también interesa a los pintores europeos de finales del XIX y principios del XX alineados en las corrientes impresionistas, simbolistas y nabis.

Monoteísta o panteísta

La elevación al infinito, el desafío de la noche, el contacto con las fuerzas trascendentales de la naturaleza, la búsqueda de la luz y la fusión del individuo en el todo: estas situaciones, sensibles y espirituales, buscadas o experimentadas por el pintor y por el espectador de sus obras, pueden ser, tanto desde un punto de vista monoteísta o panteísta, una vía hacia la experiencia mística.

Así, los nabis, por ejemplo, entendían que la madera era un elemento sagrado y propicio para la meditación; los artistas canadienses y escandinavos de la época buscaban la verdad en la búsqueda del Gran Norte, y algunos impresionistas, en especial Van Gogh, entendían que la noche era más luminosa que el día para el alma humana.

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