El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha respondido de una manera peculiar a una pregunta de la prensa sobre el despido, este martes, del director del FBI James Comey. "¿Ha sido despedido? ¡Estás de broma!", ha respondido brevemente en la sede del Departamento de Estado en Washington.

Lavrov ha visitado la capital estadounidense para reunirse primero con el secretario de Estado, Rex Tillerson, y después con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca.

Después de esas reuniones, el ministro ruso se ha dirigido a la embajada rusa en la capital, en donde ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha dicho que las relaciones de su país con EE UU bajo la presidencia de Trump están "libres de ideología" y que ambos gobiernos están abiertos a negociar y cooperar en asuntos como la salida al conflicto sirio.

Lavrov expresó que el encuentro con Trump, a puerta cerrada, fue un encuentro "muy bueno" y que ambas partes quieren poner fin a la "horrible matanza" en Siria "lo antes posible".

Por su parte, la Casa Blanca ha informado en un comunicado que el presidente Trump enfatizó en la reunión que Moscú tiene que hacer más para refrenar al régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, y a Irán para trabajar hacia una salida al conflicto en Siria. El mandatario expresó, además, su "deseo de construir una mejor relación" entre los dos países.