Huellas dactilares y seguridad: tres cosas que te han contado y son falsas

Mucho se ha hablado (y mucho hemos visto en el cine) sobre el uso de las huellas dactilares como contraseña personal en el futuro. Para la mayoría, este rasgo tan personal y único de nuestra anatomía debería ser tenido en cuenta a la hora de enumerar las que podrían ser claves personales más seguras en un futuro próximo. Sin embargo, dicha seguridad no es tanta.

Existen tres creencias muy extendidas sobre las huellas dactilares como contraseñas del futuro que son falsas, según explican desde los especialistas en seguridad informática de ESET.

Son más seguras que las contraseñas actuales: una huella dactilar puede ser clonada a partir de una foto. Y no solo eso. Si tenemos en cuenta que solo Estados Unidos ha recolectado a través del FBI las huellas dactilares de 100 millones de personas (30 millones son civiles no relacionados con sospechas criminales), es fácil comprender la vulnerabilidad de un sistema sometido a este tipo de control, cuya recolección lo hace más vulnerable a cualquier ataque de cibercriminales.

No se puede copiar: ya en 2013, Apple intentó sustituir el sistema actual de contraseñas con el uso de biometría a través de huellas dactilares con el iPhone 5S. El experimento resultó un fracaso ya que a los dos días l investigador alemán Starburg utilizó el programa VeriFinger para recrear, a partir de imágenes en alta resolución, las huellas dactilares del ministro de Defensa de Alemania con las cuales podría haber hackeado el iPhone (o cualquier dispositivo) que se basara en contraseñas a partir de huellas digitales. El año pasado, la empresa Vkansee demostró que este tipo de contraseñas podían ser burladas usando arcilla y plastilina.

Serán las sustitutas de las contraseñas actuales: visto lo visto, no parece nada probable, aunque los expertos sí que las consideran útiles si se emplean en procesos de doble autenticación.