La Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), que congrega a los obispos catalanes, ha pedido este viernes que "sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán, para que sea estimada y valorada su singularidad nacional", especialmente su lengua propia y su cultura.

En un comunicado tras reunirse el miércoles y jueves en el Santuario de Loreto de Tarragona, han urgido a gobernantes y agentes sociales "gestos valientes y generosos en favor del diálogo y la concordia" sobre el futuro de Catalunya, con respeto por las diversas sensibilidades, y han pedido erradicar la corrupción.

También han dicho sentirse herederos de la larga tradición de sus predecesores, que les llevó a afirmar la "realidad nacional de Catalunya", y han reclamado a los ciudadanos el espíritu de pacto y de entendimiento que conforma su talante más característico.

"LEGITIMIDAD MORAL" DE TODA OPCIÓN

Han defendido la "legitimidad moral" de todas las opciones políticas basadas en el respeto de la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos y que busquen con paciencia la paz y la justicia.

Sobre el proceso soberanista y los planteamientos de futuro, se han comprometido con la búsqueda de la comunión y el respeto mutuo, siguiendo estas palabras del Papa: "Hay una palabra que nunca debemos cansarnos de repetir y sobre todo de dar testimonio: diálogo".

Los obispos animan a encontrar soluciones jutas y estables y añaden que el futuro de la sociedad catalana está "íntimamente vinculado a su capacidad para integrar la diversidad que la configura".

"REGENERACIÓN MORAL" Y PROGRESO

También han pedido una "regeneración moral" y que se promueva todo lo que lleva un crecimiento y un progreso al conjunto de la sociedad, sobre todo en la sanidad, la enseñanza, los servicios sociales y las infraestructuras.

"Pedimos a los católicos de todas las opciones políticas que sean instrumentos de paz y concordia en medio de la sociedad catalana, y no dejen de rezar al buen Dios por una paz cristiana y perpetua de nuestro pueblo", han informado.

CONTRA LA CORRUPCIÓN

Se refieren además a la corrupción, para considerar prioritario y justo que se combata en "todos los ámbitos públicos del conjunto del Estado", y piden un esfuerzo decidido para cambiar esta forma de actuar por el daño social que causa.

Constatan dolor y vergüenza ante el hecho de que la corrupción se haya podido convertir en algo natural hasta el punto de ser "práctica habitual en las transacciones comerciales y financieras, en los contratos públicos o en muchas negociaciones que implican agentes de las administraciones" públicas.