Sanidad asegura que la atención a la embarazada fallecida en un hospital de Melilla fue correcta

Hospital Comarcal de Melilla, lugar donde fallecieron la mujer embarazada y su bebé tras ser dada de alta anteriormente.
Hospital Comarcal de Melilla, lugar donde fallecieron la mujer embarazada y su bebé tras ser dada de alta anteriormente.
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Hospital Comarcal de Melilla, lugar donde fallecieron la mujer embarazada y su bebé tras ser dada de alta anteriormente.

El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) ha asegurado este jueves que el protocolo de atención a la mujer y al bebé que esperaba, muertos en el hospital de Melilla, funcionó correctamente, y el caso está bajo investigación en el propio centro y en los juzgados.

"No hay motivo de alarma", sobre el funcionamiento de la sanidad pública en la ciudad, ha subrayado el director de este organismo en Melilla, Francisco Robles, en rueda de prensa, junto al gerente del instituto en Melilla, Pedro Villarroel.

Ambos han ofrecido la versión de este organismo sobre el fallecimiento en el pasado viernes en el Hospital Comarcal de la ciudad de una mujer de 34 años, embarazada de seis meses.

El propio hospital comunicó ese mismo día al juzgado las muertes, al no poder certificar la causa, mientras que la familia presentó denuncia el pasado lunes por supuesta mala praxis o negligencia médica.

"No hay ningún intento de ocultar la información", ha recalcado el director, sino una "actitud prudente" para esperar a disponer de toda la documentación antes de ponerla a disposición de la familia y del juzgado.

Francisco Robles ha reiterado que "se está investigando y se depurarán responsabilidades" si las hubiera.

Por su parte, el gerente ha explicado que la mujer fue dada de alta cuando acudió el día antes a Urgencias, tras ser atendida por un ginecólogo y comprobar con las pruebas realizadas que el bebé se encontraba bien, una decisión que el instituto no pone en duda.

Al día siguiente la familia pidió una ambulancia que llegó a su casa "en seis minutos" y la trasladó al hospital, donde llegó con parada cardiorrespiratoria y se practicó una cesárea de urgencia, pero la niña también falleció al poco de haber nacido "con algún signo de vida", según el gerente.

Pedro Villarroel ha asegurado que "no había sobrecarga" de trabajo en el hospital y "el protocolo funcionó correctamente" cuando fue atendida.

Villarroel ha indicado que una comisión interna del hospital estudia el caso, sin que aún haya emitido sus conclusiones.

Respecto a las críticas de la familia por el tiempo que tardó la ambulancia en llevarla al hospital, que ha apuntado que fue de algo más de media hora, ha señalado que hubo que desplazar muebles de la casa para introducir la camilla y, en cualquier caso, estuvo siempre atendida por personal sanitario.

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