El alcalde accidental y primer teniente de alcaldía de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha hecho este jueves balance de los dos primeros años de mandato de Ada Colau y ha dicho que están "satisfechos" porque se están estableciendo "las bases políticas para la próxima década".

"No tiene sentido gobernar pensando que todo acaba en 2019. Tenemos que pensar en 2030", ha añadido el segundo teniente de alcaldía, Jaume Collboni, ante las críticas de la oposición, que reprocha al equipo municipal haber llegado al ecuador del mandato con más planes que acción.

Pisarello ha destacado que la situación económica es "buena", que ha crecido un 50% la inversión social y que "por primera vez" se ha situado la vivienda en el centro de las políticas.

A pesar de que el Programa de Actuación Municipal (PAM) 2016-2019 no se pudo aprobar, el primer teniente de alcaldía ha apuntado que el equipo de gobierno de Barcelona lo usa como hoja de ruta y que ya se ha ejecutado en un 47%, con actuaciones para reducir las desigualdades, ampliar el parque de vivienda pública, diversificar el modelo económico y avanzar hacia un turismo sostenible, con la aprobación del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat), entre otras.

Por otro lado, ha afirmado que algunos de los objetivos del ejecutivo municipal son avanzar hacia la economía circular, las energías limpias y una revolución digital accesible para toda la ciudadanía, y ha asegurado que, en estos dos años, han logrado cambiar la agenda y las prioridades.

Ha defendido que han logrado acuerdos con diversos grupos municipales, y ha avisado de que "el bloqueo, concebido en términos electoralistas cuando todavía quedan dos años de mandato, sería una irresponsabilidad", por lo que ha confiado en que los grupos se abran a escenarios para lograr acuerdos en beneficio de la ciudad.

Por su parte, Collboni ha afirmado que el gobierno de Colau es el "más estable" de España y de Cataluña porque "tiene vigencia hasta 2019" y porque "en el país hay gobiernos que ni generan confianza ni son estables ni resuelven problemas".

"El Gobierno de Barcelona es una feliz excepción del país", ha asegurado el socialista, que ha defendido la entrada del PSC al Gobierno municipal hace un año para impulsar un proyecto de cambio que tiene por objetivo garantizar derechos sociales y dar oportunidades a los barceloneses.

Preguntados por el diario distribuido por el grupo Demòcrata de balance negativo de estos dos años, han opinado que es lícito que la oposición comunique sus posicionamientos, pero Pisarello ha puesto en duda que el anterior alcalde, Xavier Trias, se sienta cómodo con la iniciativa, y Collboni ha confiado en que el grupo "recupere el espíritu constructivo de gobernabilidad y deje de hacer de la CUP", con una iniciativa que ve más propia de los anticapitalistas que del grupo Demòcrata.

Después de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, haya acusado al Ayuntamiento de haber tenido una actitud poco ética ante el caso Palau, Pisarello ha replicado que se trata de un asunto muy grave ante el que no se pueden poner los intereses de partido por delante del público, por lo que ha celebrado que el Consorci del Palau de la Música finalmente acuse a CDC: "No podemos tener ningún tipo de ambigüedad. La corrupción, o se es cómplice y se intenta esconder, o se combate".

Preguntado por el referéndum sobre el futuro de Catalunya, el primer teniente de alcalde ha advertido de que "las prisas a veces son contraproducentes", y ha recordado que el Ayuntamiento forma parte del Pacte Nacional pel Referèndum, tras lo que ha asegurado que trabajarán para buscar aliados para que pueda celebrarse.