En la actividad, también ha participado Javier Castellón, como representante de la Asociación de Alcohólicos y Adictos Rehabilitados de Zaragoza, quien ha sostenido que "el problema del consumo abusivo de alcohol" es que "es un hábito completamente integrado en la vida social".

Por su parte, Javier Miana ha lamentado que "la única política o solución que dan los políticos es crear polígonos 'botellódromos' o lugares donde se practica el botellón, sean a las afueras de las ciudades o en plazas públicas", pero no hay un discurso contra el alcohol.

Según el psicólogo del Centro Solidario de Zaragoza-Proyecto Hombre, el alcohol es la droga iniciática, la primera a la que se enfrentan los jóvenes y "es siempre origen de muchos otros problemas".

A su entender, "no se debe encerrar en casa" a los adolescentes ya que tienen que relacionarse con los demás, mientras que Javier Castellón ha subrayado que hay que "educar en valores, en parámetros de vida saludable, en la que el consumo de alcohol tiene que estar muy controlado".

APRENDER A DECIR NO

El representante de la Asociación de Alcohólicos y Adictos Rehabilitados de Zaragoza ha manifestado que "el mejor consejo que les podemos dar a los padres es que educan a sus hijos a decir no, desde edades tempranas", que aprendan a "no dejarse llevar" y a tener personalidad.

Según Miana, el primer paso es informar a los hijos sobre las consecuencias, los efectos del consumo de alcohol, y formar. "Es muy difícil explicar a un joven el motivo por el qué el consumo es perjudicial, si no se explica antes que es el alcohol", ha apuntado.

Ambos participantes de la mesa han coincidido en afirmar que cuando una persona no es capaz de hacer nada si antes no ha consumido esa sustancia, "empieza a ver un problema serio, muy serio" porque primero "se pierde la libertad y después se desarrolla la dependencia"

Los dos han sostenido, asimismo, en que la estrategia más importante de concienciación es la familia, "verdadera transmisora de valores", en la que los padres "han de establecer y marcar unos límites", como limitar la paga o la hora de regreso a casa.