La plantación se encontraba en una casa de la calle Mossèn Cinto Verdaguer que desprendía un fuerte olor a marihuana, por lo que los Mossos se dirigieron a la finca y confirmaron las sospechas, ha informado la policía catalana este lunes en un comunicado.
El hombre que abrió la puerta a los agentes no aclaró el origen del olor y no colaboró con la policía, por lo que ésta se dedicó a vigilar las salidas del edificio para evitar que huyeran los ocupantes.
Poco después empezó a salir gente de la casa e incluso algunos ocupantes intentaron saltar por la parte posterior de la parcela, aunque todos quedaron detenidos por un presunto delito de tráfico de drogas.
En el registro del domicilio, los agentes encontraron 1.100 plantas de marihuana y unas bandejas con cogollos secándose, además de 80 focos y transformadores conectados a la red eléctrica general de forma fraudulenta.
Los detenidos, la mayoría sin antecedentes, pasaron a disposición judicial el 26 de mayo y el juez ha decretado su libertad con cargos.
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