Pedro Sánchez recupera su plan de unir al PSOE, a Podemos y a Ciudadanos en un frente común para expulsar al Partido Popular del Gobierno y crear un "gobierno de cambio".

José Luis Ábalos, portavoz provisional del PSOE en el Congreso, aseguró este jueves que el pacto tripartito no es "imposible", por lo que los socialistas trabajarán en él para armar una alternativa frente a Mariano Rajoy: "A priori pueden parecer cosas muy difíciles o imposibles, pero los que vivimos el cambio de la dictadura a la concordia también sabíamos que no era fácil, pero en política, si pensamos que todas las cosas son imposibles es mejor dedicarse a otra cosa".

El político valenciano aclaró, durante una entrevista en Telecinco, que el PSOE no renuncia a ser la primera fuerza en las próximas elecciones generales. Sin embargo, advirtió de que hay que "gestionar la realidad" que imponen las urnas.

Según Ábalos, no se puede hablar de acuerdo entre el PSOE y Podemos, a pesar del acercamiento que los dos partidos de izquierda protagonizaron durante el debate de la fallida moción de censura al Ejecutivo. Admitió, sin embargo, que ambos están de acuerdo en la "censura" a Rajoy y en que esta podría materializarse en un nuevo intento de moción, que no está descartado para el futuro.

Para que la alternativa tenga éxito, el PSOE desea el concurso de Ciudadanos, que rechaza participar en un proyecto del que forme parte Podemos. Los de Pablo Iglesias tampoco quieren ir de la mano con los naranja, que consideran una "muleta" del PP.

El reelegido secretario general socialista, Pedro Sánchez, pidió este mismo jueves a los dos partidos que levanten ese veto mutuo con el objetivo de "conseguir cuanto antes una mayoría parlamentaria" para desalojar a una derecha "carcomida por la corrupción", según relata en un artículo publicado en El Mundo. "Si continúan los vetos, buscaré decididamente ese apoyo mayoritario al cambio en las urnas", concluye.

Albert Rivera le contestó, en el transcurso de un acto en Córdoba, que no formará parte de un "gobierno Frankenstein" como el que Sánchez intentó hace un año con los mismos protagonistas.