Trump admite que está bajo investigación por despedir a Comey de la dirección del FBI

Donald Trump saluda a un infante de marina antes de subir al helicóptero Marine One.
Donald Trump saluda a un infante de marina antes de subir al helicóptero Marine One.
Michael Reynolds / EFE
Donald Trump saluda a un infante de marina antes de subir al helicóptero Marine One.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho saber a través de su cuenta de Twitter que está siendo objeto de una investigación por parte del ayudante del fiscal general de Estados Unidos, Rod Rosenstein, por despedir al director del FBI James Comey.

"¡El hombre que me dijo que despidiera al director del FBI me está investigando por despedir al director del FBI! Caza de brujas", ha escrito Trump. Hay que recordar que Trump despidió a Comey tras recibir una evaluación negativa de Rosenstein sobre el director del FBI que le que le llevó a concluir que Comey "estaba incapacitado para liderar la agencia con eficacia".

Rosenstein, por otro lado, es el hombre que designó a Robert Mueller como responsable de la investigación especial sobre los supuestos lazos entre Rusia y la campaña de Trump para decantar a su favor las elecciones presidenciales en Estados Unidos, y hace solo un par de días señaló ante el Congreso que el despido de Comey podría acabar formando parte de esta investigación.

El ayudante del fiscal general reconoció que había escrito un memorándum en el que proponía el despido de Comey por su mala gestión en la polémica y finalmente infructuosa investigación sobre los correos electrónicos de la candidata Hillary Clinton, aunque eludió decir si se trató de una iniciativa propia o si se lo había ordenado alguien.

Retirarse de la investigación

También este viernes se ha sabido que Rosenstein podría recusarse de la investigación sobre Trump y Rusia porque podría ser llamado a declarar como testigo de la misma si el comité dirigido por Mueller así lo requiere, de acuerdo con fuentes de la cadena ABC.

De hecho, Rosenstein ya habría dejado su puesto en manos de la también fiscal general adjunta Rachel Brand si sucediera tal escenario. Brand, de 44 años de edad, fue nominada por Trump para el cargo que actualmente desempeña aunque también ha contado con los beneplácitos del presidente Barack Obama, que la designó para la junta de supervisión de Libertades Civiles.

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