"Se han de fijar ya medidas concretas contra la despoblación, se nos acaba el tiempo", afirma Miguel Gracia

  • HUESCA, 17 (EUROPA PRESS)
Miguel Gracia, presidente de la Diputación de Huesca
Miguel Gracia, presidente de la Diputación de Huesca
PABLO OTIN
Miguel Gracia, presidente de la Diputación de Huesca

El presidente de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), Miguel Gracia, ha considerado que el II Congreso Nacional sobre Despoblación en el Medio Rural, que se va a celebrar los días 22 y 23 de junio, ha de precisar con claridad las medidas concretas para luchar contra este problema. "Ha llegado el momento de fijar las posiciones, se nos acaba el tiempo".

"Ya hay que olvidarse de hacer más estudios y trabajos técnicos, el problema y el diagnóstico están claros, y este congreso lo que debe definir exactamente son las medidas a aplicar y la actuación coordinada de todas las administraciones desde la local, autonómica, central y de la Unión Europea para atajar este problema allí donde se llegue a tiempo", ha afirmado en una entrevista concedida a Europa Press.

Ha calificado de "fundamental" que el II Congreso Nacional sobre Despoblación, que ha sido organizado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y la Diputación de Huesca, "marque un antes y un después", ha apuntado Miguel Gracia. "Las conclusiones tienen que establecer medidas concretas, como las que está planteando la FEMP, para ponerlas en marcha e intentar atajar esta situación que sufre el medio rural, la España interior".

Gracia se ha referido a la necesidad de que en esta cita, que va a tener lugar en el Palacio de Congresos de Huesca, con más de 40 ponentes, "se determine qué es lo hay que hacer, cómo hay que trabajar en el medio rural, qué es lo tiene que llevar a cabo cada administración y cómo ha de ser la coordinación a través el Comisionado del Gobierno para la elaboración de una estrategia estatal frente al cambio demográfico", nacido de la Conferencia de Presidentes de enero de 2017. "Cada administración debe asumir su responsabilidad, debemos actuar todos, de forma coordinada y transversal, hay que actuar de forma inminente".

El presidente ha argumentado que "somos conocedores, sobre todo en la administración local, de cuál es la situación del medio rural, lo estamos sufriendo hace años; creo que es la administración que más ha hecho hasta ahora por el medio rural, por lo que algunas veces existe una sensación de soledad, actuamos en cuestiones que estarían fuera de nuestra competencia". Otras administraciones hablan del problema pero no actúan en el territorio o no lo atajan".

Gracia ha expuesto que la diputación "lo que hace es sobre todo apoyar y ayudar a los ayuntamientos, trabajando en cuestiones que no son competencia directa nuestra. Es un poco nuestra obligación, mantener a la gente lo máximo posible en los municipios".

Ha querido resaltar que "en estos momentos existe un discurso unánime sobre la coincidencia en la lucha contra la despoblación desde todas las instituciones, desde todos los partidos políticos y desde todos los agentes de la sociedad, incluso la gente de la ciudad se está concienciando sobre este problema. Entonces hay que coordinar las actuaciones de todas las administraciones".

Ha apostillado que la despoblación "no debería ser nunca un elemento de fricción política ni institucional porque bastante mal está para que además se politice, con lo cual creo que debería existir una unidad de acción y un acuerdo permanente".

EQUILIBRAR LA PIRÁMIDE

Miguel Gracia es además el alcalde de Arén, un pueblo de la Comarca de la Ribagorza. "A lo mejor no hay que pensar en que los pueblos vuelvan a ser como los recordamos. No puedo aspirar a que mi pueblo vuelva a tener 700 habitantes, hoy cuenta con 300. A lo que sí aspiro es a mantener esos 300 vecinos, pero con una pirámide poblacional con personas mayores, de edad media y jóvenes, parejas con niños. Mantener población al menos equilibrando las pirámides generacionales tendría que ser nuestro objetivo".

Con el objetivo de favorecer el asentamiento en el medio rural, Miguel Gracia ha abogado por la discriminación positiva, arbitrar medidas fiscales, una legislación ad hoc sin coste económico. ¿Por qué un señor que vive a 1.200 metros de altitud tiene que pagar un IVA de lujo por su vehículo cuando para él ese coche es una necesidad?, ¿Por qué no pueden pagar menos los autónomos que trabajan en los pueblos?, se ha preguntado. "Ya que la gente de los pueblos está lejos de los grandes hospitales, lejos de las universidades y esto supone un coste, entonces discriminemos positivamente a estas personas para que paguen menos de renta por residir allí".

En su opinión, "tiene poco sentido que exista la misma legislación para la ciudad que para el medio rural". En este sentido, ha incidido en que "cuando generamos leyes, léase en Madrid, Barcelona o Zaragoza, no se tiene en cuenta que esa ley va para una ciudad de 700.000 habitantes y para un pueblo de 200 habitantes".

Asimismo, Miguel Gracia ha subrayado que "un asunto esencial es la igualdad de oportunidades". Desde la Diputación de Huesca "hemos planteado un concurso de 6,5 millones de euros para llevar la banda ancha a todos aquellos núcleos de la provincia de más de 20 habitantes, que se calcula que son unos 300. Debe existir la posibilidad de poder elegir dónde quiere uno trabajar y esto sin conectividad es impensable".

Los servicios básicos suponen otra pieza vital para el asentamiento en el mundo rural y para fomentar el emprendimiento en la mujer. "Si la mujer no tiene unos servicios para poder conciliar el trabajo y su vida del día a día, es decir, sin guarderías, sin escuelas próximas, sin unos servicios sociales que atiendan a sus mayores resulta muy complicado. En el medio rural ha de tener esos servicios cubiertos y unas ayudas importantes de apoyo al emprendimiento".

Disponer de una oferta suficiente de viviendas a precios asequibles es otro de los reclamos para atraer población. "En nuestros pueblos puede haber un 70 u 80 por ciento de viviendas vacías que solo se emplean algún fin de semana o en vacaciones pero no salen al mercado, por lo que hay que buscar fórmulas. "Estamos viendo en la Diputación que los municipios que tienen unas casas de maestros antiguas o antiguos edificios se está trabajando para transformarlas en viviendas, y nosotros ayudamos a esos ayuntamientos a que lo hagan. Al existir esas viviendas públicas con rentas de alquiler bajas se pueden llenar con gente de cabeceras de comarca y de ciudades que, por determinadas circunstancias personales o labores se instalan en los pueblos".

ACTUACIÓN PERMANENTE

Gracia ha hecho referencia a lo complicado que resulta solicitar ayudas de programas europeos. "Los programas europeos que hoy conocemos los LEADER, FEDER, PRODER, todo lo que son fondos CEDER, cada vez llevan aparejada una burocracia mayor. En aras de la transparencia es más compleja la tramitación de las ayudas, la gente para pedirlas lo primero que tienen que buscar es una gestoría o alguien que les asesore".

"Esas ayudas son buenas, son muy importantes, hay que mantenerlas, pero volviendo a la discriminación positiva, sería preferible no tener que pagar ni esperar la subvención, es decir, que, por ejemplo, a la seguridad social se cotice menos por residir en las zonas rurales, que por el hecho de vivir en un pueblo ya tengas esos beneficios. Tengo más coste por vivir aquí, así que ya no me cobren".

Calcular el coste de la lucha contra la despoblación es complicadísimo, ha manifestado Miguel Gracia. "Tan importante es el dinero como las medidas legislativas a adoptar. Tiene que ser una actuación permanente, de goteo, donde tiene que haber inversiones, está claro, pero no hablaría tanto de macrocifras ni de grandes planes, que también habrá que hacerlos, sino más bien de una batería de medidas: algunas de ellas supondrán más dinero, otras menos y otras nada, pero han de servir para que sea atractivo que la gente que pueda trabajar y vivir en un pueblo".

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