Allan Sekula o el valor político de una fotografía

  • La Fundación Tàpies de Barcelona acoge la primera monografía dedicada a Allan Sekula en nuestro país.
  • Se le considera uno de los grandes renovadores de la fotografía documental de la segunda mitad del siglo XX.
  • Utilizó sus imágenes como arma para la reivindicación política y social.
Allan Sekula. Working (Santos) from Ship of Fools series (1999/2010) © The Estate of Allan Sekul. Courtesy of Museum van Hedendaagse Kunst Antwerpen (M HKA), Antwerp.
Allan Sekula. Working (Santos) from Ship of Fools series (1999/2010) © The Estate of Allan Sekul.  Courtesy of Museum van Hedendaagse Kunst Antwerpen (M HKA), Antwerp.
ALLAN SEKULA
Allan Sekula. Working (Santos) from Ship of Fools series (1999/2010) © The Estate of Allan Sekul. Courtesy of Museum van Hedendaagse Kunst Antwerpen (M HKA), Antwerp.

El en mundo del arte hubo un antes y un después de Allan Sekula (Erie, Pensilvania, 1951-Los Ángeles, 2013). Para muchos él fue el responsable máximo de darle un nuevo impulso la fotografía documental, entendida ésta como la fotografía que sirve para hacer crítica social. Dejó al margen las propuestas pop y conceptuales de su época, los ochenta, y recuperó el valor político de la imagen como arma para la reivindicación. No le interesaba el arte por el arte, sino el arte como herramienta para cambiar las cosas y hacer denuncia.

"Su fotografía no es sólo documental, sino que es intervencionista –afirma rotundo Carles Guerra, director de la Fundación Tàpies de Barcelona- sus instantáneas son sus herramientas para participar". Aquí puede verse desde el pasado 14 de junio la primera monografía dedicada al autor estadounidense en nuestro país. Una muy interesante exposición que reúne algunos de sus más importantes trabajos y que, por fin, le hace justicia en nuestro país, al que estuvo muy vinculado en sus últimos años pero donde su obra ha sido escasamente mostrada.

Allan Sekula. Sísifo colectivo muestra dos importantes bloques de trabajo en los que el artista observó y analizó el impacto de la economía marítima sobre la incipiente globalización de los años 90 y el nuevo marco moral impuesto por el neoliberalismo de principios del siglo XXI. Por un lado, uno de sus más conocidos trabajos Fish Story (1989-1995), y por otro, aquel al que dedicó sus últimos años Ship of Fools/The Docker's Museum (2010-2013).

El mar: el gran protagonista

El mar rodeó prácticamente toda su obra, hablaba de él como el gran olvidado y acusaba a las grandes multinacionales de surtirse de él sin dar nada a cambio. "En todas sus obras Sekula lamenta la desaparición del mar frente a la economía global que idealiza un mundo conectado y expresa su preocupación por la progresiva desaparición del mar de nuestro imaginario y de nuestra conciencia", añade Guerra.

De Fish Story se han reunido cuatro de sus nueve capítulos, en los que Sekula fotografía a soldadores de la sección privatizada de los antiguos astilleros de Lenin en Gdansk, un sorteo de estibadores en el puerto de Barcelona (otra ciudad que le fascinó como caso de estudio y que incorporó en parte de su trabajo), marines de Estados Unidos o estibadores descargando pescado congelado en Argentina.

En su último e innovador trabajo Ship of Fools / The Docker's Museum, que Sekula pudo ver en su primer estadio en exposición en Reims (Francia) en 2012 un año antes de morir, el artista reunió objetos comprados en eBay relacionados con la cultura marítima. "Son ensayos visuales a medio camino entre la fotografía, el museo de zarandajas y la literatura social", indica Guerra.

Documentando los conflictos del mar

La exposición añade también la película Lottery of the Sea (2006), que toma su título de Adam Smith, quien comparaba la vida del marinero con las apuestas en su célebre libro The Wealht of Nations. Desarrollado a lo largo de cuatro largos años, en él recoge en imágenes diferentes conflictos relacionados con el mar como la colisión de un pesquero japonés en prácticas con un submarino estadounidense, la ampliación del canal de Panamá o el desastre del Prestige en Galicia, que le impactó sobremanera por la capacidad de la gente para autoorganizarse ante la indiferencia del gobierno.

Sísifo colectivo estará abierta al público hasta el próximo 25 de septiembre y añadirá, ese último mes, un ciclo de cine donde podrán otros cortometrajes y largometrajes de Sekula como el galardonado en el Festival de Venecia The Forgotten Space, 2010 (13 septiembre), Tsukiji, 2001 (20 de septiembre) y A Short Film for Laos, 2006 y Gala, 2005 en programa doble (22 de septiembre).

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