Crítica de 'Wonder Woman': La Mujer Maravilla le da un impulso al universo cinematográfico DC

  • Este viernes se estrena 'Wonder Woman'.
  • La película ha recibido, con razón, críticas mucho mejores que las aventuras previas de Superman, Batman y el Escuadrón Suicida.
  • Es, hasta ahora, lo mejor del universo DC cinematográfico.
Gal Gadot protagoniza 'Wonder Woman'.
Gal Gadot protagoniza 'Wonder Woman'.
Warner Bros. Pictures
Gal Gadot protagoniza 'Wonder Woman'.

Seamos sinceros, nadie esperaba nada de Wonder Woman. Yo no esperaba nada. Tras la tibia El hombre de acero, la decepcionante Batman v Superman y la desconcertante Escuadrón suicida, las expectativas estaban por los suelos. El ansia de Warner y DC por replicar algo similar al universo cinematográfico que tan meticulosamente ha construido Marvel no iba por buen camino. Demasiadas prisas, demasiados errores.

Han tenido que llegar la película menos esperada y la actriz más desconocida para cambiar eso. Y tal vez sea esa ausencia de presión la que más ha beneficiado a Wonder Woman. Alejada de la obsesión enfermiza por mostrar que esta historia forma parte de un todo mayor, el guion funciona bien como aventura independiente.

Aunque la heroína interpretada por Gal Gadot ya debutó en Batman V Superman, Wonder Woman supone el bautizo formal de Diana, una historia de presentación de personaje en formato flashback que nos lleva desde su infancia en la isla de las Amazonas hasta su entrenamiento como adolescente y su transformación en superheroína cuando decide buscar a Ares, el dios de la guerra, en plena I Guerra Mundial.

¿Amazonas contra alemanes malvados?, ¿superhéroes, mitología clásica y contexto bélico histórico? ¿Qué puede salir mal? Pues afortunadamente pocas cosas. La mezcla funciona mejor de lo que podría parecer y la mayor parte del mérito es de Gal Gadot, que hace de Wonder Woman una heroína carismática, una mujer fuerte y buena que busca de forma vehemente la justicia y el fin de la guerra, una luchadora que entiende la violencia pero no el mal y la crueldad que parecen residir en el corazón de los hombres.

Mucho se ha hablado sobre su figura como representación o no del empoderamiento femenino –la expresión de moda–. Pues bien, puede que esta Wonder Woman no esté al nivel de las tuiteras más activistas pero desde luego sería injusto hablar de machismo,  imagen sexualizada o cosificación de la mujer. ¿Su uniforme? Fiel adaptación del que viste en los cómics y que, además, no es más que una versión femenina de los que vestían los guerreros en la Antigüedad.

Aun así, habrá muchos y muchas que critiquen su aspecto. Ahí podría haber debate. Donde no lo hay en absoluto es en lo referente a su actitud y personalidad. Perteneciente a una raza formada solamente por mujeres, Diana no entiende la discriminación por género que descubre en el convulso mundo de mediados del siglo XX. La película lo muestra con gracia y tino, a través de la acertada mirada de la directora, Patty Jenkins, quien resume el espíritu feminista de Wonder Woman y sus compañeras de armas en una simpática conversación sobre la sexualidad.

Diálogos como ese arrancan sonrisas, pero no se puede hablar de comedia. Aunque la heroína se permite momentos más ligeros que los intensitos Batman y Superman, el tono general también tiende a la seriedad y la épica. Pero todo es mejor, probablemente porque es el largometraje en el que menos ha metido mano el sobrevalorado "visionario director de 300" Zack Snyder.

El filme aún se ve lastrado por muchos de sus vicios: cámaras lentas injustificadas, poses y planos artificiales (ojo a la horrorosa escena final), sobredosis de efectos especiales, algunos secundarios lamentablemente infrautilizados y más cámaras lentas para flipadillos.

Por fortuna, todo lo demás es bueno: Gal Gadot, Chris Pine, algunas ideas originales, las escenas de acción y, sí, otra vez, Gal Gadot... y Chris Pine (¿puedo decir que me encanta?).

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