Una colilla es el posible origen del incendio, ya controlado, que este jueves calcinó unas 150 hectáreas y obligó a evacuar una urbanización en Sant Fruitós de Bages (Barcelona), según las primeras hipótesis de los Agentes Rurales.

Según ha informado este cuerpo, que junto a los Mossos d'Esquadra investigan el origen del incendio, una colilla, supuestamente arrojada sin apagar a una zona agrícola, junto a un camino en Sant Fruitós de Bages, causó el fuego.

Una veintena de dotaciones terrestres de los Bomberos de la Generalitat han remojado la pasada madrugada la zona donde ayer se desató el incendio, que ha afectado especialmente terrenos agrícolas.

Los Bomberos han informado este viernes de que a partir de la medianoche se fueron retirando algunas dotaciones y que cuatro de ellas han permanecido hasta primeras horas de la mañana sofocando pequeños rescoldos y evitando que se reavivaran las llamas.

A estas horas, queda en la zona un retén de dos dotaciones de Bomberos que vigilan la zona del fuego, que afectó a un perímetro de 150 hectáreas, pero que finalmente calcinó unas 80 hectáreas, ya que en el interior algunas áreas se salvaron de las llamas.

Poco antes de las 20.00 horas de este jueves, los Bomberos lograron controlar el incendio, que obligó a evacuar a un centenar de vecinos de la urbanización La Rosaleda, a reubicar en unas instalaciones más seguras a los clientes de un camping cercano, y a cortar tres carreteras locales.

Dentro del perímetro del fuego se encontraba una casa en cuyo interior no había nadie en esos momentos y que resultó afectada por las llamas, que alcanzaron un cobertizo en el que se almacenaba leña.

El fuego calcinó asimismo un vehículo en desuso aparcado en el exterior de una chatarrería, así como ventanas y puertas de una explotación ganadera aislada y sin animales en su interior.