Agentes de la Policía Local de Vigo han detenido en las últimas horas a dos vecinos de la ciudad como presuntos autores de sendos delitos de violencia de género.

Según han informado fuentes policiales, una de las detenciones se produjo en la noche del domingo, cuando una dotación del 092 se presentó en un domicilio de la Plaza de Argüelles alertada porque una mujer, víctima de malos tratos, denunció que su marido no le dejaba entrar en el domicilio familiar.

La señora relató que había estado en la zona de O Castro y que descubrió que su marido la había seguido, y les estaba tomando fotografías a escondidas. Al verse descubierto, el hombre comenzó a insultarla, gritando "que se acostaba con todos" y advirtiéndole de que no volviese a entrar en la casa de ambos.

La mujer también explicó que, pese a la advertencia de su marido, fue al domicilio a recoger algunas de sus pertenencias, pero que el hombre se presentó allí y comenzó a insultarla y amenazarla de forma muy agresiva.

Según relató la señora, para no provocar la ira del hombre, salió del domicilio con una pequeña bolsa de efectos personales y sin mediar palabra. La víctima confirmó a los agentes que hechos como éstos son muy frecuentes y que temía por su integridad física.

Los policías se entrevistaron también con el hombre, quien reconoció que había seguido a su mujer hasta O Castro, y que era "muy celoso". Por estos hechos, el hombre, J.A.C., de 58 años de edad, fue detenido.

OTRO DETENIDO

Por otra parte, en la madrugada del domingo, se produjo la detención de otro vecino de la ciudad, después de que un conductor de autobús urbano llamase al 092 para denunciar que acababa de presenciar una agresión a una chica en la confluencia de las calles Urzáiz y Vázquez Varela.

Cuando llegaron al lugar, los agentes observaron al conductor arrodillado auxiliando a una mujer que estaba en el suelo. Según relató este testigo, cuando circulaba por la calle Urzáiz, observó como un varón agredía a una chica, que se cayó al suelo y se golpeó la cara contra la acera.

Los policías observaron que la víctima, una joven de 22 años de edad, presentaba lesiones visibles en la boca, y tenía fracturado un diente incisivo superior. La chica admitió que el joven que se encontraba allí es su pareja desde hace tres años, pero negó la agresión, y señaló que habían tenido una discusión y que las heridas se las produjo al tropezar.

El supuesto autor de los hechos reconoció a los agentes que había mantenido esa riña con su pareja, y que la había empujado porque se había puesto "nervioso". Ante el relato de los implicados, y del propio testigo, los agentes procedieron a la detención del joven, A.F.B., de 21 años de edad.