La provocación y el activismo artístico del colectivo NSK invade el Museo Reina Sofía

  • Este colectivo de artistas eslovenos, multidisciplinar y polifacético, dinamizó la escena cultural en la Yugoslavia de los años 80.
  • Entre sus manifestaciones artísticas denunció las contradicciones y debilidades de los sistemas socialistas en los últimos años de la Guerra Fría y el 'totalitarismo tecnológico' del capitalismo.
  • La exposición que le dedica el museo reúne unos 350 materiales entre pinturas, fotografías, revistas, vinilos o catálogos.
Scipion Nasice Sisters Theatre. Retrogarde Event Baptism under Triglav, 1986.
Scipion Nasice Sisters Theatre. Retrogarde Event Baptism under Triglav, 1986.
MARKO MODIC
Scipion Nasice Sisters Theatre. Retrogarde Event Baptism under Triglav, 1986.

El mundo del arte está lleno de paradojas. Una de ellas es que muchos artistas antisistema o con una carrera en pro del activismo político acaben siendo venerados por altas instituciones y museos. Obviamente, hay que verlo como su triunfo sobre el sistema que primero les rechazó, ignoró o arrinconó.

Esto ha ocurrido de unos años a esta parte con los protagonistas de este texto: NSK (Neue Slowenische Kunst), un colectivo de artistas eslovenos, multidisciplinar y polifacético, que dinamizó la escena cultural en la Yugoslavia de los años 80. Fueron objeto de una revisión en la Tate de Londres en 2012 y luego pudo verse una retrospectiva en la Moderna galerija de Ljubljana (Eslovenia) en 2015, que ahora recala en el Museo Reina Sofía por una larga temporada (estará abierta hasta el 8 de enero).

Más que como un colectivo, NSK podría definirse como un 'colectivo de colectivos' en el que sobresalieron tres grupos ya existentes que procedían de disciplinas artísticas distintas. Por un lado Laibach, un grupo de música industrial que tuvo cierto eco en la MTV a pesar de manifestar activamente su rechazo a tan comercial cadena de televisión; por otro, IRWIN, colectivo formado por cinco pintores (Dušan Mandic, Miran Mohar, Andrej Savski, Roman Uranjek y Borut Vogelnik); y por último, el colectivo teatral Teatro de las Hermanas de Escipión Nasica (THEN). "Es uno de los colectivos europeos más grandes de los 80", recuerda la comisaría de la exposición Zdenka Badovinac y "un reto por la heterogeneidad de los elementos que presenta" añade Manuel Borja-Villel, director del museo.

La andadura de NSK comienza en 1984 y, poco a poco, irán abriéndose a otros campos disciplinares como el diseño gráfico, la literatura, la filosofía, la producción audiovisual o la arquitectura. El aglutinador de los tres grupos fue el principio estético de la retrovanguardia, que se basaba en la apropiación, bebiendo de la vanguardia rusa, de la Bauhaus y de Fluxus y renunciaba al juicio personal en favor de la noción de grupo.

Adiós socialismo, hola capitalismo

Pero, ¿qué fue lo que hizo de NSK uno de los movimientos más fértiles, llamativos y carismáticos de finales del siglo XX? Para entenderlo tenemos que comprender antes la situación del país en ese momento, en tránsito entre el desmoronamiento del sistema socialista yugoslavo y la entrada paulatina del capitalismo.

En ese contexto, el colectivo genera manifestaciones artísticas que ponen de manifiesto las contradicciones y debilidades de los sistemas socialistas en los últimos años de la Guerra Fría, pero lo hacen de una forma muy curiosa: adoptando o apropiándose de elementos símbolicos de los propios estamentos de poder. Desde el nazismo al discurso estalinista pasando por la mitología nacional yugoslava y eslovena. Levantaron muchas ampollas pero este gesto iba más allá de la provocación, ya que el fin último era "disfrazarse" del propio poder para mostrar sus fallos y llevar al público a la reflexión crítica.

Así pues, en la primera sala del Reina dedicada al colectivo de forma global (en la siguientes se desgranarán uno por uno los distintos grupos) tendremos acceso a su Organigrama de 1986. Aunque establece la cooperacion entre los tres colectivos y la dirección rotativa, también parece simbolizar el retorno a un Estado totalitario ya que guarda un asombroso parecido con los libros de texto utilizados en el país. Esta primera zona también recoge el proyecto Kapital, creado a principio de los 90 y que se remonta a lo que el colectivo había proclamado "a toda voz" a principios de los 80: el hundimiento del socialismo y el inicio del capitalismo.

Occidente no nos quiere

Tampoco se quedaron cortos en sus ataques al sistema occidental. Atacaron el modernismo, el posmodernismo, el capitalismo al que definieron como una forma de totalitarismo tecnológico y la exclusion de los artistas de la Europa del Este en los países occidentales.

Bajo el título NSK del Kapital al Capital. Neue Slowenische Kunst. Un hito de la década final de Yugoslavia, la muestra recoge una amplia y variada selección de materiales (cerca de 350 pinturas, fotografías, videos, posters, catálogos, revistas, vinilos, etc.) de la experiencia NSK en todas sus manifestaciones. Actos públicos, conciertos, exposiciones, producciones teatrales, performances, manifiestos, entrevistas y numerosos documentos y testimonios desde 1980 hasta 1992, cuando en respuesta al proceso de desmembración de Yugoslavia y la fundación de Eslovenia como Estado nación independiente, NSK se transforma en Estado NSK en el Tiempo, una nación virtual sin territorio físico pero dotada de toda su simbología (escudo, bandera, pasaporte...).

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