Rosendo: "No quiero acabar siendo una pantomima sobre el escenario"

  • El madrileño lanza nuevo disco 'De escalde y trinchera', que presenta este viernes en el festival Cultura Inquieta de Getafe.
  • "Acabamos consintiendo para evitar problemas, y mientras tragas, hay un listo que se lo está llevando muerto".
  • "Después de mí han llegado grupos muy buenos, el testigo está pasado".
El cantante Rosendo lanza nuevo disco, 'De escalde y trinchera'.
El cantante Rosendo lanza nuevo disco, 'De escalde y trinchera'.
JORGE PARÍS
El cantante Rosendo lanza nuevo disco, 'De escalde y trinchera'.

Si a Rosendo Mercado Ruiz (Madrid, 1954) le hubieran dicho hace casi 40 años que los medios de comunicación harían cola para entrevistarle por la salida de un disco, no se lo creería. El carabanchelero más internacional asegura que «mola que venga tanta gente» a la presentación de De escalde y trinchera, su nuevo disco, que tocará este viernes en el festival Cultura Inquieta de Getafe (Madrid), el sábado en el Rock Fest de Barcelona y el 8 de julio en el Weekend Beach de Málaga.

El éxito profesional y el trabajo de toda una vida se vio recompensado hace un mes, cuando recibió la Medalla de Oro de la ciudad de Madrid. Con humildad y un poco de vergüenza, agradeció el premio a la corporación municipal y «a los responsables a los que se les ha ocurrido este disparate». Así es Rosendo.

Lanza nuevo álbum después de cuatro años, en un momento en el que el formato físico está cada vez más denostado.

Sí, es una pena que desaparezca algo tan apetecible. Sobre todo para los que somos mayores, que nos costaba un mundo encontrar un disco cuando éramos chavales. Valían mucho dinero, venían de fuera… y que ahora veas que todo se va a al garete es una pena. Pero es lo que hay, hoy existen otros formatos que quizá los mayores no acabamos de entender, aunque al final el resultado es el mismo.

En este álbum sigue la línea del anterior, Vergüenza torera, con canciones llenas de cinismo y crítica. ¿Es difícil no hacer canción protesta en los tiempos que corren?

Sobre todo si tienes un poco de espíritu peleón... Es evidente que siempre estamos igual. Ha habido momentos como la Transición, que fue un despeje y pasaban cosas que no podíamos imaginar, pero luego todo se ha ido relajando y estamos volviendo a lo de antes, sin conciencia. Ahora hay que despertar de nuevo y querer cambiar las cosas.

¿Y no se pierde ese espíritu con la edad, al ver que sigue todo igual?

Yo creo que no, por lo menos en mi caso. Me gusta el rocanrol y esta música es eso, denuncia, mala leche y energía, que es lo que se va perdiendo [risas], pero el espíritu sigue ahí. Además, mi vida está en hacer canciones y disponer de un medio como un disco para contar lo que sientes es lo más grande. Si algo valoro en la música es eso.

Su trabajo ha sido premiado hace unas semanas con la Medalla de Oro de Madrid. En la entrega del galardón no se le veía muy cómodo…

A mí eso me supera [risas]. No sabía qué hacer, no es mi ambiente. Afortunadamente, solo el hecho de acercarme a la alcaldesa Manuela Carmena, hablar con ella y conocerla, ya me merecía la pena. Es una persona a la que le tengo mucho respeto y ha dado un aire nuevo, a pesar de que es mayor. Para mí, el reconocimiento y el homenaje es tener la posibilidad de seguir en activo después de 40 años de trayectoria.

¿Cómo ve Madrid, ha cambiado en estos dos últimos años con ella de alcaldesa?

Pues, si te digo la verdad, no lo vivo mucho. Llevo un año en una casa perdida de Burgos porque Madrid me supera, lo llevo en la sangre pero me puede. He hecho mucha vida de calle y ahora por circunstancias salgo mucho menos. Para estar encerrado en un piso en Madrid, me relajo más en el pueblo. No vivo la vida del barrio como la he vivido antes. Tampoco sabría decirte si se ha notado el cambio, pero sí el espíritu de Carmena. Solo oír hablar a esa mujer y los conceptos que dice…

¿Mejor que los de antes?

Ahí es donde quería llegar [risas].

En su canción Un capullo dentro de un jarrón esconde debajo de la ironía una gran verdad: si te resignas, seguramente no tengas tantos problemas como si te quejas...

Seguro. En ese tema también se habla de la ley de la conservación: para que todo vaya bien, aquí me quedo. Es una putada porque me duele. Acabas consintiendo por evitar problemas y terminas tragando y tragando. Y mientras tragas, el listo se lo está llevando muerto.

¿Piensa mucho en sus comienzos? Al principio era difícil que los medios le hicieran caso...

Sí, por eso, porque ahora lo vivo de otra manera y sin querer piensas que si esto me hubiera pasado hace 30 años sería diferente. Pero mejor que me haya pasado ahora a que no que me pasara nunca. Cuando te dedicas a la música creo que es bastante duro, si encima haces rocanrol y dices cosas que molestan es poco menos que imposible. Y si ya te dedicas a esto, poco más le puedo pedir a la vida.

¿Hace cuántos años que le llevan preguntando por su retirada?

Bueno, al revés, soy yo el que digo que estoy a punto de retirarme [risas]. No sé, no quiero verme como una pantomima encima de un escenario, quiero llegar a ese momento con la conciencia suficiente para decir: «Hasta aquí hemos llegado». No quiero llegar a ese momento en el que ya no tiene sentido seguir.

¿Y ya sabe a quién dejar el testigo?

Después de mí ha habido una época de grupos muy buenos, yo ya no tengo ningún testigo que pasar. Más bien a los que vinieron detrás de mí les toca pasarlo a las bandas del futuro [risas].

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