Grandes esculturas de Valdés se fusionan con Ciudad de las Artes de Valencia

  • El artista Manolo Valdés expondrá seis esculturas sobre uno de los lagos de la Ciudad de las Artes de València,donde fusionará arte y arquitectura.
  • La Fundación Hortensia Herrero donará una de las obras a la ciudad elegida por votación popular.
Una de las seis esculturas de Manolo Valdés en la Ciudad de las Artes de Valencia.
Una de las seis esculturas de Manolo Valdés en la Ciudad de las Artes de Valencia.
Manuel Bruque/EFE
Una de las seis esculturas de Manolo Valdés en la Ciudad de las Artes de Valencia.

Seis grandes cabezas con esencias "matissianas" del escultor valenciano Manolo Valdés se fusionan con la arquitectura contemporánea de la Ciudad de las Artes de València, diseñada por Santiago Calatrava, en una exposición temporal al aire libre sobre la lámina de agua de uno de sus lagos.

Llegadas de una muestra en la plaza Vendome de París, las piezas, de cinco metros de altura y entre 4 y 10 toneladas, están realizadas en acero corten, aluminio, hierro o mármol, alguna con una capa de pintura epoxi y muestran cabezas femeninas acompañadas de objetos "cotidianos" que suele incluir el artista en sus obras.

Una pamela que vio en un escaparate en Nueva York, unas mariposas que revoloteaban alrededor de una cabeza en Central Park, unos aretes o helechos son algunos de los tocados que visten estas piezas escultóricas, iluminadas por juegos de luces de ocho colores y que el público podrá contemplar hasta el 10 de diciembre.

La muestra ha sido posible gracias a la Fundación Hortensia Herrero, que se ha comprometido a adquirir la pieza que elijan los visitantes en una votación popular para donarla a la ciudad y que quede expuesta de forma permanente junto al tinglado número 2 en la Marina de València.

Valdés ha presentado la muestra junto a la directora de la Fundación, Elena Tejedor; el director de la Ciudad de las Artes y la Ciencias, Enrique Vidal; y el comisario de la exposición, Javier Molins, quienes han coincidido en destacar que es "un diálogo" de dos artistas, cuyas obras se van "enriquecer" mutuamente.

Según Molins, la obra de Valdés, al que ha definido como "pionero" en sacar el arte a la calle, "bebe de la propia historia del arte" y "dialoga con el pasado" y estas piezas son "cabezas matissianas con rasgos achinados imperceptibles y con complementos contemporáneos y de la vida cotidiana que el artista incorpora".

Esculturas que "dialogan con el entorno"

Es la primera vez, según Molins, que Valdés pinta las esculturas de gran formato, que expone sobre agua y que "dialoga con un entorno" que no sea natural, como el desierto de Arizona o el Jardín Botánico de Nueva York, o clásico, como la plaza Vendome, para "hablar de tú a tú con la obra de un arquitecto contemporáneo".

El artista ha reconocido la "sorpresa agradable" que supuso la llamada de la Fundación para exponer en su ciudad y que hasta que no vio el lago no imaginó que podía exponerse allí aunque ahora cree que es el mejor lugar porque "las esculturas no pierden, ganan".

Ha confesado el "terror" que tuvo al pensar que iba a exponer sus obras en un lugar donde el arquitecto no había puesto nada aunque luego le tranquilizó saber que "arte y arquitectura siempre han ido de la mano" y ha deseado que Calatrava "no esté enfadado" porque él está "feliz".

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