El Thyssen reivindica el papel decisivo de Madrid en la creatividad de Sonia Delaunay

  • El museo inaugura Sonia Delaunay. Arte, diseño y moda, exposición que resalta también el carácter multidisciplinar de sus obras.
  • Sonia y su esposo, el famoso pintor Robert Delaunay, llegaron a Madrid en 1917 huyendo de la Primera Guerra Mundial.
  • En la capital española, Sonia comienza a colaborar con en diseño de escenografías para los Ballets Rusos y abre su propio negocio dedicado a la decoración de interiores y la moda.
Sonia Delaunay con creaciones de Casa Sonia, Madrid, c. 1920 (Atribuida a Zockoll) © Pracusa 2017633
Sonia Delaunay con creaciones de Casa Sonia, Madrid, c. 1920 (Atribuida a Zockoll) © Pracusa 2017633
ZOCKOLL
Sonia Delaunay con creaciones de Casa Sonia, Madrid, c. 1920 (Atribuida a Zockoll) © Pracusa 2017633

"Desde que empezamos a vivir juntos, yo estuve en segunda fila y antes de la década de 1950 jamás dí el paso adelante. Robert era brillante; tenía el instinto del genio. Por mi parte, yo vivía a mayor profundidad", así definía Sonia Delaunay (Hradyzk, Ucrania, 1885 - París, 1979) su relación amoroso-profesional con el pintor Robert Delaunay. Sin embargo, y aunque ella misma pudiera creer que vivía a la sombra de su pareja, el tiempo ha terminado por ponerla en el lugar que justamente merece.

Así lo demuestra la exposición Sonia Delaunay. Arte, diseño y moda que este verano trae a las salas del Museo Thyssen Bornemisza más de 200 piezas de la autora con el objetivo de destacar no sólo su importante papel como pintora de vanguardia sino el carácter multidisciplinar de sus obras, que exploró otros soportes y técnicas como libros, escenografías teatrales, diseños publicitarios, de interior y de moda, telas o vestidos, entre otros.

Sobre esto la propia Sonia comentaría "se comete una auténtica y flagrante injusticia con nosotros dos. A mí me colocaron en las artes decorativas y no quisieron admitirme como pintora completa". Obviamente se equivocaban al intentar etiquetar y restar valor a sus trabajos ya que la diversidad de formatos de los mismos los hace, incluso, más ricos y llamativos a día de hoy.

A la conquista de la cultura popular

Aunque la pareja sentó las bases de la teoría del simultaneismo en 1912 (la pintura en la que se emplea el color como medio de crear espacio y formas en un cuadro) y París era para ellos la ciudad simultánea por excelencia por el impacto de la luz sobre los colores, fue en Madrid donde dieron rienda suelta a su ideario a partir de su traslado en 1917. Aquí se despertó su creatividad y gusto por la experimentación y, por eso, la exposición reivindica estos años madrileños, dedicándole el capítulo más importante de la misma.

Pero volvamos al París de comienzos de la década de 1910. Es allí donde Sonia se reafirma en su intención de abordar todos los soportes, ya que considera que todas las expresiones artísticas son equiparables, y muestra su deseo de que la estética del simultaneísmo llegue a la cultura popular. Un ejemplo de todo ello lo encontramos en el Salón de Otoño de Berlín en 1913, donde expuso pinturas, proyectos de carteles, encuadernaciones y objetos domésticos junto a obras de su esposo y otros importantes artistas como Marc Chagall, Max Ernst, Lyonel Feininger o Paul Klee. Da vida también al "vestido simultáneo" como una forma de acercar al público este nuevo lenguaje visual y renovar la estética urbana a través del color.

De esta manera encontraremos en el Thyssen óleos como Contrastes simultáneos (1913) y Prismas eléctricos no 41 (1913-14), carteles publicitarios para las marcas Zénith y Dubonnet, diseños de moda como un vestido y chaleco simultáneos realizados en patchwork o un ejemplar de La prosa del Transiberiano y de la pequeña Jehanne de Francia (1913) donde se funden por primera vez poesía (los versos de Blaise Cendrars) y las pinturas de Sonia.

La etapa española

La Primera Guerra Mundial estalla mientras el matrimonio está en España de vacaciones y deciden no regresar a París. Aquí Sonia encuentra la inspiración en los maestros clásicos del Prado, el arte popular y el flamenco y consigue el revulsivo necesario para poner en práctica la idea de que el simultaneísmo llegue a todos los ámbitos de la vida. "Importa llevar nuestra visión personal a las grandes audiencias. Cuanta más gente te aprecie más intensamente se vive y más profunda en la emoción creativa", diría.

En Madrid coincide con Serguéi Diághilev, y comienza a colaborar con el diseño de escenografías y vestuario para los Ballets Rusos. La vinculación con las artes escénicas se prolongaría durante toda su carrera. Podremos ver figurines y diseños de decorados para el ballet ruso Cleopatra (1918) así como las fotos de la reforma que realizó del antiguo Teatro Benavente en Madrid en lo que luego se inauguró como Petit Casino en 1919.

Al mismo tiempo se inaugura Casa Sonia, un negocio que dedica a la decoración de interiores, los tejidos y las prendas de vestir. En el Thyssen podremos admirar bocetos de moda, una chaqueta de lino pintada y bordada de 1928 o los dibujos de dos vestidos-poema inspirados en el trabajo de poetas vanguardistas como Ramón Gómez de la Serna o Guillermo de la Torre.

Definitivamente su experiencia española le aporta la energía y seguridad suficientes para seguir por este camino. Ya de vuelta en París en 1921 colaborará con grupos dadaístas y surrealistas en proyectos teatrales y cinematográficos, inaugura La Boutique Simultané con el deseo de sus cuadros se conviertan en pinturas vivas y comienza a trabajar para unos grandes almacenes holandeses, Metz & Co., que empiezan a producir sus creaciones de moda. De esta etapa son dos vestidos que nunca antes se habían mostrado, un conjunto de playa formado por traje de baño, sombrilla y bolso, varias fotografías de moda realizadas por ella misma o el abrigo creado para la actriz Gloria Swanson que inspiró además el cuadro Vestidos simultáneos (1925).

Mostrar comentarios

Códigos Descuento