El aumento de las tecnologías en los automóviles provoca distracciones en uno de cada cuatro conductores. Lo dice una encuesta realizada por el RACE sobre los hábitos al volante, y también lo viene advirtiendo la Dirección General de Tráfico (DGT) en los últimos años. España es el país del mundo con más smartphones del mundo junto a Singapur, según un estudio de la plataforma online Back Market. El 92% de los españoles tiene un teléfono móvil inteligente, y esto se traduce en un aumento de las distracciones, concretamente en la conducción. Según la DGT, las distracciones provocan más del 30% de los accidentes de tráfico.

Por tanto, en el teléfono móvil encontramos una de las distracciones más habituales, sobre todo entre los jóvenes, los usuarios que más emplean las nuevas tecnologías. Leer un mensaje, mandar un WhatsApp, hablar por teléfono –incluso con manos libres-, buscar una dirección… Lamentablemente son acciones muy habituales y que conllevan una falta muy importante de atención y concentración. Pero hay más.

¿Tanto cuesta conectar el GPS o navegador antes de iniciar la marcha? Las prisas por llegar a los sitios y por aprovechar hasta el extremo todos los minutos del día nos llevan a cometer imprudencias que, en el caso de hacerlas mientras conducimos, pueden llevarnos a un final trágico. Un navegador es una gran ayuda si se utiliza correctamente porque reduce el estrés en la conducción. Para ello es importante conectar la ruta y familiarizarse con ella antes de empezar a conducir. Esto último, además, evitará que dediques mayor concentración al navegador que a lo que ocurre alrededor del vehículo. Y si te pierdes, busca un lugar seguro donde parar y consultar el GPS. Aquí tienes unos consejos para utilizar el navegador.

También hay muchos conductores que combinan la acción de conducir con otras actividades, como son comer y beber en coche. ¡Gran imprudencia! Las manos deben situarse en el volante para, en caso de un imprevisto, poder actuar con la mayor rapidez. Lo mismo puede ocurrir cuando una persona decide fumar conduciendo o maquillarse. No sólo es peligroso el hecho de llevar un cigarrillo en la mano, también te hace desviar tu atención de la carretera en el momento de encenderlo, fumar o apagarlo. Tampoco es raro ver quien aprovecha las paradas de los atascos o semáforos para maquillarse o retocarse el maquillaje. Es preferible levantarse 15 minutos antes por la mañana y no poner en riesgo la seguridad en la carretera. Por mucho rato que estemos parados, nunca hay que dejar de prestar atención a nuestro entorno. En esta misma línea, olvídate de leer un libro o un periódico en marcha.

¿Y quién en un momento dado se ha puesto a buscar objetos en el bolso o en la guantera? Algo que podemos ver como ‘normal’ es un importante foco de distracciones. Son suficientes unas décimas de segundo para provocar un accidente.

A esto hay que sumar las distracciones provocadas por los propios acompañantes: un copiloto que no hace más que poner pegas a tu modo de conducir, niños llorando o discutiendo… Y si el viaje es largo y discurre por una autopista o carreteras que nos son muy familiares podemos caer en una conducción monótona y dejar de centrarnos en la tarea de conducir para dejarnos llevar por nuestros propios pensamientos, por el paisaje o por cualquier causa ajena.

El problema es que si no estamos atentos a la conducción y al entorno del vehículo por distracciones diversas, estaremos aumentando el riesgo de provocar un accidente. Además, nuestro tiempo de reacción será mucho menor, algo que puede ser negativo para un final feliz.

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