El 45% de los vascos está muy preocupado por el mantenimiento de las pensiones en el futuro, un temor que en el caso de las personas de entre 45 y 64 años se eleva al 55%, según el último 'Sociómetro' elaborado por el Gobierno Vasco.

La encuesta, elaborada a partir de más de 2.200 encuestas realizadas entre el 16 y el 22 de mayo, indica que dos tercios de la población opina que las personas en edad de jubilación deben dejar el trabajo para dejar paso a los jóvenes, mientras que el 28% afirma que deben tener la posibilidad de seguir trabajando si lo desean.

El mantenimiento de las futuras pensiones de jubilación preocupa mucho al 45% de la población, mientras que el 37% se siente 'algo' preocupada por este asunto.

Ante el sistema de pensiones actual, las opciones preferidas son que el dinero de otros servicios públicos se utilice para pagar estas prestaciones (27%) y pagar más durante la vida laboral para mantenerlas como en la actualidad (26%). Esta última opción es la preferida personalmente ante la opción de que bajen las pensiones (66%).

La preocupación es mayor entre la población que se está aproximando a la edad de jubilación. Así, entre las personas de 45-64 años, esta cuestión preocupa mucho al 55%, mientras que sólo el 31% de las personas de menos de 45 años está preocupadas por el futuro de las pensiones.

INFANCIA O VEJEZ

El 'Sociómetro' indica que la infancia (43%) y la juventud (33%) se consideran las mejores etapas de la vida. Tan solo el 4% de los encuestados creen que la tercera edad es la etapa más feliz, porcentaje que aumenta hasta el 10% entre las personas mayores de 65 años.

La opinión mayoritaria sobre la tercera edad es positiva. El 63 por ciento está muy de acuerdo con que las personas que se encuentran en esta etapa de la vida aportan conocimiento y experiencia, mientras que el 30% está bastante de acuerdo con esa reflexión.

No obstante, el 53% piensa que las personas mayores no ocupan en la sociedad el lugar que realmente les corresponde, y el 41% piensa que la sociedad trata a las personas mayores con indiferencia.

PREOCUPACIÓN

A la mitad de la población le preocupa su propia vejez. Al 15% de los encuestados les preocupa mucho; al 20%, bastante; y al 13%, algo. Los motivos principales de preocupación son no poder valerse por sí mismo (43%) y el deterioro físico (39%). También preocupan el deterioro intelectual (25%), el no tener suficiente dinero (17%), la soledad (16%) y el sentirse inútil (15%).

Cuidarse y mantener buenas relaciones familiares y con las amistades son, en opinión de los vascos, las claves para una vida de calidad siendo mayores. Así, el 76% piensa que a esa edad es muy importante cuidar la alimentación, mientras que mantener buenas relaciones familiares es determinante para el 73%.

Por detrás se sitúan quienes conceden una gran importancia a

realizar actividad física para (72%) y relacionarse con amigos y amigas (70%).

ACTIVIDADES

Para disfrutar de esta fase de la vida se eligen en mayor medida actividades que tienen que ver con el tiempo libre, como desarrollar

aficiones o viajar (84%), mientras que los porcentajes descienden considerablemente en lo que respecta a los deseos de realizar un trabajo voluntario (49%), seguir trabajando o encontrar un empleo (20%) o participar en asociaciones políticas o sindicales (16%).

El 60% de los encuestados piensan que hoy en día los hijos, en general, cuidan peor que antes a sus padres, mientras que tan sólo un 12% opina que los cuidan mejor.

CUIDADOS

Más de la mitad piensa que para cuidar a las personas mayores, la mejor opción es que sigan viviendo en su propia casa cuidados por algún familiar (38%) o por personas remuneradas (27%). La siguiente opción es que vivan en una residencia (21%), mientras que tan sólo el 8% opinan que lo mejor es que vivan en casa de familiares que les cuiden.

Una de cada cuatro personas adultas tiene algún familiar cercano que por su edad avanzada necesita cuidados para realizar actividades de la vida diaria. De entre ellos, el 18% viven en una residencia, por lo que 4 de cada 5 son cuidados por los familiares o por personas remuneradas para ello.

Entre las personas que se encargan personalmente del cuidado de un familiar, los sentimientos sobre este tema son ambivalentes. El 85 por ciento está muy o bastante de acuerdo con que esto es una obligación moral, aunque el 84% también lo considera algo muy gratificante. Un 25% lo ve como una carga excesiva.

El 88% de las personas que se encargan personalmente del cuidado están satisfechas con la organización de dicho cuidado, aunque no tanto con la incidencia que dichas tareas tienen en su vida profesional y familiar (64%).

En torno a un tercio de las personas cuidadoras cree que las labores de cuidado inciden negativamente en su propia vida personal (38%), su salud (35%) y su vida laboral o familiar (30%). Entre quienes tienen un familiar que necesita cuidados, el 86% están contentos con la calidad del cuidado que reciben esas personas. En cuanto al coste del cuidado, el 11% debe asumir un coste difícil de afrontar.

Seis de cada diez personas afirman que son las familias y allegados quienes deben hacerse cargo del cuidado de familiares mayores dependientes. Sin embargo, la mayoría reclama apoyo de las administraciones públicas (el 9% atribuye la responsabilidad exclusivamente a la familia y el 58% a la familia, pero con ayuda de las Administraciones).

Las ayudas que se solicitan en mayor medida son el apoyo a las familias para que las personas mayores dependientes puedan seguir viviendo en sus domicilios.

Las principales demandas son desarrollar más servicios de ayuda domiciliaria (45%), apoyar a personas cuidadoras (33%), adaptar las viviendas a las necesidades de las personas mayores (31%), mayor seguimiento de las personas que viven solas (20%) y asesoría para la contratación de cuidadores (19%). También se solicitan más plazas en residencias de la tercera edad (23%) y los centros de día (14%).