La consellera de Enseñanza, Clara Ponsatí, ha confirmado el relevo de la secretaria de Enseñanza de la Generalitat de Catalunya, Maria Jesús Mier, quien ha presentado su dimisión del cargo a la nueva consellera después de haberse reunido esta semana con la nueva titular del departamento.

La dimisión de Mier se produce una semana después del cambio de consellera (la antecesora de Ponsatí, Meritxell Ruiz, fue uno de los cuatro consejeros que Oriol Puigdemont apartó de su cargo por falta de confianza) y a dos meses de la celebración del referéndum que el Govern prevé celebrar el 1 de octubre.

El actual director general de Centros Públicos, Lluís Baulenas, sustituirá a Maria Jesús Mier frente a la secretaría general de Enseñanza de la Generalitat, después de que ésta haya presentado su dimisión ante la nueva consellera, Clara Ponsatí, han explicado a Europa Press fuentes de la Conselleria.

El nombramiento de Baulenas (Caldes Montbui, 1963) deberá pasar por el Consell Executiu del Govern --han explicado las mismas fuentes-- tras la dimisión de Mier, una semana después del cambio de consellera y a dos meses de la celebración del referéndum anunciado para el 1-O.

Baulenas es licenciado en Ciencias Biológicas de la Universitat de Barcelona (UB), es catedrático de Matemáticas de Educación Secundaria y fue director de los Servicios Territoriales de Enseñanza en el Vallès Occidental.

Fuentes del departamento han enmarcado la dimisión en una decisión personal de Mier, y han descartado que se haya producido cualquier tipo de purga de cargos de confianza del Govern.

Antes de Mier habían abandonado sus cargos del director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, y el director del 112, Frederic Adán. La suya es la tercera salida en apenas una semana.

Batlle aseguró que los Mossos, como parte de las fuerzas de seguridad del Estado, deberían ser neutrales y hacer cumplir la ley en el caso de que la Generalitat impulsase una consulta unilateral para declarar la independencia de Cataluña.

La Generalitat de Cataluña ha registrado en los últimos tres meses una veintena de cambios en forma de relevos, ceses o dimisiones, entre el gobierno y altos cargos de la administración, según informa la agencia EFE, en su proceso hacia el referéndum independentista que pretende celebrar el próximo 1 de octubre.

La dimisión el pasado lunes del director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, y la del director del servicio de emergencias 112, Federic Aran al día siguiente por lealtad al exconseller Jordi Jané, relevado el viernes de la semana pasada, han sido los últimos cambios hasta el momento.

La sucesión de cambios en el gobierno de Carles Puigdemont tuvo su primer desencadenante el pasado 3 de julio, cuando anunció la destitución del conseller de Empresa y Conocimiento, Jordi Baiget, por "pérdida de confianza", después de que manifestara en una entrevista sus dudas sobre la consecución del referéndum.

Puigdemont nombró al hasta entonces conseller de Cultura, Santi Vila, como nuevo conseller de Empresa en sustitución de Baiget, mientras que Vila fue relevado en Cultura por Lluís Puig.

Días después, en la tarde del 13 de julio, trascendió que Puigdemont iba a realizar más cambios para poner rumbo a la organización de la consulta independentista.

Aunque se comentó la posibilidad de que también se cambiara a algún conseller de ERC, finalmente Puigdemont y el líder de ERC, Oriol Junqueras, comparecieron ante los medios el pasado viernes para anunciar nuevos cambios en el ejecutivo, todos del PDeCat.

Así, el presidente de Junts pel Sí, Jordi Turull, asumió el Departamento de Presidencia y la portavocía, en sustitución de Neus Munté; el concejal barcelonés Joaquim Forn relevó a Jané en Interior y la economista Clara Ponsatí, procedente de la Asamblea Nacional de Cataluña, pasó a ocupar el cargo de Meritxell Ruiz en Enseñanza. Otros cambios que se produjeron fueron en la Secretaría del Govern, que abandonó Joan Vidal de Ciurana para ser sustituido por Víctor Cullell.

El pasado lunes se confirmó el citado cese de Batlle, sustituido por Pere Soler Campins, que entre 2013 y 2016 fue director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat.

En el Departamento de Empresa la marcha de Baiget desencadenó el 13 de julio varios nombramientos de altos cargos cruzados entre los departamentos de Cultura y Empresa.

En el rango de la secretaría general, el hasta entonces número dos de Cultura, Pau Villòria, se mudaba a Empresa e intercambiaba su cargo con el secretario general de ese departamento, Xavier Gibert.

La operación se repitió en la Dirección de Servicios: Josep Antoni Mundó, pasó de Empresa a Cultura y Josep Solà hizo el cambio en el sentido inverso.

Para cubrir el cargo que dejó vacante el conseller de Cultura Lluís Puig, el Govern nombró a Àngels Blasco como directora general de Cultura Popular de la Generalitat.

Al margen de estos cambios, a lo largo de los meses anteriores se ha producido un goteo de relevos en el seno de la administración catalana.