La Junta cifra en 2,6 millones de toneladas la cosecha de cereal, un 59% menos respecto a la media del último lustro

  • CABRILLAS (SALAMANCA), 21 (EUROPA PRESS)
Marcos en una cosechadora para presentar los datos de la campaña
Marcos en una cosechadora para presentar los datos de la campaña
JCYL
Marcos en una cosechadora para presentar los datos de la campaña

La cosecha de cereal de invierno en Castilla y León alcanzará los 2,6 millones de toneladas, un 59 por ciento menos respecto a la media de los últimos cinco años que ronda en torno a los 6,3 millones de toneladas, según los datos aportados por la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, en la presentación este viernes de las cifras de la cosecha con más de la mitad de la superficie de la Comunidad segada.

Según sus cálculos en función de la caída de la producción y de unos precios que se han recuperado respecto a la bajada de 2016, el valor de la cosecha de Castilla y León será de unos 450 millones de euros, un 60 por ciento menos en este caso respecto a la media de los últimos cinco años.

Tras recordar que esta campaña ha estado marcada por fenómenos meteorológicos adversos en forma de "extrema sequía", granizo, altas temperaturas y heladas tardías, Marcos ha constatado que esas inclemencias han afectado especialmente a zonas con "gran vocación cerealista" en la Comunidad, como el norte y centro de Valladolid y el centro de Palencia, "lo que ha reducido los rendimientos y, en consecuencia, las producciones".

La mayor producción ha correspondido a la provincia de Burgos, con 870.655 toneladas, frente a las 1.600.114 de media en el último lustro, seguida de Palencia (362.220, frente a 1.010.524 entre 2012 y 2016), Soria (337.997 toneladas, algo más de la mitad de otros años cuando se alcanzaron las 645.481) y Valladolid (334.160 toneladas, frente a las 1.058.656 del periodo 2012-2016).

Le sigue Segovia, con 195.280 toneladas (455.792 entre 2012-2016), Zamora, con 172.790 toneladas (477.558 en los últimos cinco años), León, con 129.617 toneladas (376.062 de media del último lustro), Salamanca, con 122.558 toneladas (387.686 entre 2012-2016) y Ávila, con 70.299 toneladas (246.449 de media).

La superficie destinada a cereal de invierno en Castilla y León ha ascendido a 1.830.518 hectáreas, un 4 por ciento menos que la campaña anterior (1.909.056 hectáreas), y el trigo blando ha sido el cereal más implantado, como ocurre desde 2014, con 851.194 hectáreas y una producción de 1.423.222 toneladas, el 55 por ciento del total.

Por su parte, la cebada, con 781.143 hectáreas, ha alcanzado una producción de 938.732 toneladas, mientras la producción de avena ha sumado 107.924 toneladas; el centeno las 73.644 toneladas, el triticale 35.349 toneladas y el trigo duro 16.705 toneladas que, aunque tiene aún poco peso, ha conseguido duplicar la superficie respecto a 2016, con Valladolid como la provincia con mayor superficie, seguida de León y Burgos.

PREDOMINIO DEL TRIGO

Marcos ha explicado al respecto que estas cifras demuestran que se consolida la tendencia de los últimos años, "con un predominio del trigo y una disminución de la superficie de cebada debido a los mejores precios y los mayores rendimientos del primero".

Según ha significado la consejera y portavoz, los precios de los cereales en Castilla y León han iniciado una tendencia de crecimiento desde enero de 2017 hasta situarse en julio a un "nivel similar" al que tenían en 2015 con un incremento respecto al año pasado en torno a un 20 por ciento, "recuperando por tanto la bajada de precios de la campaña pasada".

En función de los datos aportados por la Consejería, el conjunto de los cereales han presentado rendimientos medios en torno a los 1.400 kilos por hectárea frente a los 3.270 de los últimos cinco años. En concreto, los menores rendimientos se han dado en la provincia de Ávila, con 692 kilos por hectárea, y en Salamanca, con 980 kilos por hectárea, seguidas de León (1.277), Palencia (1.262), Segovia (1.182), Zamora (1.140) y Valladolid (1.082).

En la campaña 2016-2017 sólo dos provincias han presentado cifras por encima de la media: Burgos, con 2.274 kilos por hectárea, y Soria, con 1.634 kilos por hectárea.

Así, si se comparan estos rendimientos con las medias de los últimos cinco años se aprecia un descenso del 57 por ciento en Castilla y León. Por cultivos, destaca la afección de la sequía en la cebada, que alcanza unos rendimientos medios de 1.200 kilos por hectárea con un descenso del 62 por ciento respecto a la media de los cinco últimos años.

Por su parte, en trigo blando, los rendimientos medios son de unos 1.700 kilos por hectárea y la reducción es del 54 por ciento en relación con las últimas cinco campañas.

Según ha relatado la consejera y portavoz, la falta de lluvia derivó en una siembra otoñal "irregular y retrasada" a lo que siguió un invierno caracterizado por falta de precipitaciones con un déficit del 50 por ciento en la mitad norte y un 25 por ciento en el sur, una situación "todavía más extrema" si se toma como referencia los meses de enero, marzo y abril de 2017, cuando la lluvia acumulada fue un 65 por ciento inferior a la media de los últimos treinta años.

"Pero además, el mes de abril, tan importante para la cosecha, fue especialmente anómalo tanto en la falta de precipitaciones como en las temperaturas, que alternaron periodos de mucho calor con heladas a finales de mes", ha lamentado Milagros Marcos en su relato de la cosecha de cereal 2016-2017.

DESCENSO AGUDO DE LOS RENDIMIENTOS

Marcos ha recordado también que las lluvias de mayo llegaron tarde y no permitieron paliar el "estrés hídrico" y, en algunas ocasiones, se acompañaron de granizo y de heladas generalizadas durante los primeros días del mes. "En estas condiciones, las fases de crecimiento de la planta y de llenado de grano se han desarrollado en condiciones muy extremas, lo que ha motivado un agudo descenso de los rendimientos", ha insistido.

Para dar respuesta a estas "condiciones meteorológicas excepcionales" Marcos ha recordado que la Junta ha adoptado un acuerdo para declarar la campaña agrícola 2016-2017 como "excepcional" en Castilla y León con una serie de "medidas urgentes" de apoyo al sector agrario incorporadas a un paquete de ayudas al sector y un Plan Financiero Especial 2017-2022 dotado con 145 millones financiado por las administraciones central y regional que proporcionará liquidez para afrontar la próxima campaña mediante préstamos desde 40.000 hasta 80.000 euros.

Según ha recordado también, estas medidas adoptadas por el Gobierno autonómico permitirán al sector contar con 2.000 millones de euros en 2017 para afrontar la próxima campaña y los agricultores y ganaderos podrán acceder a ellas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento