Planes para el verano: las mejores rutas senderistas por León

La provincia de León es un destino perfecto para el que no soporta el calor del verano y no va a echar de menos el mar. Desde Tierra de Campos (o Campos Góticos) hasta los Picos de Europa hay una gradación de paisajes que es un rosario de tesoros. Montañas, lagos, bosques, prados, riscos... De entre las muchas rutas senderistas que puede realizarse os proponemos estas cinco.

De origen glaciar, el nombre de Laguna de Las Verdes le viene de que en verano se cubre de hierba. En invierno es blanca de nieve: el punto más alto de la ruta está a más de 1.700 metros. La Ruta se inicia y acaba en Torre de Babia, en Cabrillanes. Es muy fácil de seguir y no hay riesgo de pérdida; dura unas 4 horas. Seguimos el camino hasta el final del pueblo en dirección a la torre. Hay un sendero por cada lado del valle; seguimos hasta llegar a la zona de las majadas. Un poco después los meandros y llegamos a la laguna. En Babia (sí, la de "estar en Babia", estar ausente, como hacían los reyes), la transhumancia fue muy importante; de ella queda el Mastín leonés.

El hayedo de Busmayor, en Barjas, es uno de los conjuntos boscosos de hayas mejor conservados de la Península. Es un recorrido de dificultad media que nos llevará unas 5 horas. Empieza en la Herrería de Serviz, en dirección a Guimil siguiendo el Camino de la Vena. Subimos por el valle, entre los montes que quedan entre Barjas y Corporales hasta que aparezca el hayedo. Un poco más arriba hay un bosque de abedules y finalmente Busmayor. Otra opción más fácil es llegar a Busmayor y bajar hasta el hayedo. Como todos los hayedos, el mejor momento para visitarlo es el otoño, pero en verano seguro que apreciamos más su frescor.

El conjunto natural de Las Medúlas, declarado Patrimonio Natural por la UNESCO, es un impresionante entorno paisajístico resultado de las explotaciones mineras romanas. La Senda Perimetral es la más completa de todas las rutas que se pueden realizar en Las Médulas. La ruta sigue la antigua red minera y puede realizarse a pie, en bicicleta. Son 14 kilómetros de dificultad baja y que nos llevará unas 4 horas. El diseño del itinerario permite al visitante realizar sólo ciertas partes del recorrido en función de cuánto tiempo disponga.

La garganta del Cares discurre por una cortada que hicieron en el desfiladero del río Cares para llegar a la central de Camarmeña. El resultado es un camino de 12 kilómetros de largo que va siguiendo el Río Cares desde Caín, en León hasta el lugar de Poncebos, en el Concejo de Cabrales en Asturias. Esta parte, de poco menos de un kilómetro, es fácil de recorrer y nos llevará unas 3-4 horas. Lo malo, que en verano está demasiado transitada. A lo largo del desfiladero contemplaremos paisajes espectaculares creados por cortadas vertiginosas.

El camino se inicia en Puebla de Lillo como si fuésemos a Cofiñal, en dirección a la estación de Esquí de San Isidro, pero fuera de la carretera, por una pista de tierra. Siempre tendremos la carretera a la izquierda y nunca nos alejaremos más de 200 metros de ella. Seguimos en dirección al monte Polvoredo. Al llegar al alto, se acaba la pista y hay que seguir por un sendero y luego el camino de las minas. En el siguiente cruce torceremos a la derecha y continuaremos hasta que empecemos a descender al Lago de Isoba. Se trata de una ruta de fácil realización, que dura unas 2 horas y está señalizada. En Puebla de Lillo hay un centro de interpretación del Parque de Picos de Europa.