"Huellas es un relato visual sobre la poética del paso del tiempo. En él confluyen avatares de dos recorridos. Dos escenarios que se funden en una única narración íntima y personal. Un profundo y conmovedor diálogo con dos edificios que van muriendo lentamente", así define la fotógrafa y ex presidenta de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, María Teres Gutiérrez Barranco, el trabajo fotográfico de su colega Pilar Pequeño (Madrid, 1944).

La Fábrica edita en un libro de 96 páginas, las fotografías de la serie Huellas, realizadas en color y blanco y negro por la autora entre los años 2000 y 2016. El origen del proyecto se encuentra en una serie de imágenes que Pequeño tomó en las ruinas del Hotel Balneario de Mondariz en 1997. Esto la impulsa a fotografiar dos nuevos espacios.

En Mar Menor retrata una casa que descubre en sus paseos por la costa mediterránea y que comienza a fotografiar en blanco y negro en el año 2000. Quince años después, la fotógrafa regresa a esa casa para retratarla en color predominando los tonos tierra.

Por su parte, Baixo Miño recoge las fotografías tomadas por Pequeño en un edifico ligado íntimamente a su historia personal y la de su familia.  Un colegio en el que estudió su padre y que estaba situado a escasa distancia de la casa familiar en la que la fotógrafa pasó los veranos de su niñez y adolescencia. Como en Mar Menor, hay fotografías en blanco y negro y color, ambas separadas por una década, y predominan los tonos azules y grises, en un claro contraste entre el Mediterráneo y el Atlántico.

Las fotografías de Pequeño, recogidas ahora en este libro, no quieren ser meras imágenes de edificios en ruinas, sino contar su historia y la de los sueños que albergaron.

Ganadora en 2010 de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes concedida por el Ministerio de Cultura, Pilar Pequeño comenzó su carrera como fotógrafa en la década de los 80. La naturaleza es una constante en su obra como se demuestra en diferentes series: Paisajes (1982), Invernadero (1982-1990), Hojas (1985), Plantas (1992), Bodegones (2005) o Paisajes cercanos (2008-2013).En 1993 comienza a trabajar también con naturalezas muertas de plantas, que le permiten una mayor libertad a la hora de crear en su estudio.

Además, también ha fotografiado paisajes urbanos, como por ejemplo una serie sobre el área metropolitana de Washington realizada entre 1988 y 1991 o su trabajo La Samanna, impresiones en Las Antillas francesas de 2006-2007.