La franja de edad comprendida entre siete y nueve años ha sido la que más participación ha tenido en estos talleres, seguida de la correspondiente al intervalo de diez a 12 años. Según la información trasladada por sus madres, un 55,6% de sus hijos han sido víctimas indirectas del maltrato y otro 44,4% de forma directa.

La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, ha asegurado que la prioridad de la Conselleria es "la atención individualizada a niños que han sufrido de manera directa o en su entorno la violencia machista".

Para Oltra, es fundamental hacerlo "no solo dentro de la red de centros de la Generalitat, sino a nivel global en colaboración con los ayuntamientos, trabajando las emociones, canalizando su gestión e identificando la parentalidad positiva a través de mecanismos como las nuevas masculinidades, la afectividad y la asertividad".

Por ello, ha destacado que la nueva red de centros de la Generalitat de atención a las víctimas de violencia de género también incorpora una línea dirigida a la infancia, con figuras especializadas como los psicólogos y los educadores infantiles.

El organismo incrementa las figuras profesionales que atienden a estas mujeres y a sus hijos, reduce la ratio hasta un máximo de 20 plazas en los centros de recuperación integral y contempla la ampliación de la estancia en estas instalaciones, pasando de medio año a un año entero, destacan de Igualdad.

CONVIVENCIA SALUDABLE PARA NIÑOS

La consellera ha incidido así en la necesidad de que los niños "puedan conocer e identificar lo que es una convivencia saludable", al tiempo que ha calificado de "esencial" que tengan acceso al soporte emocional que "todos necesitamos para poder crecer en una sociedad inclusiva, en una sociedad que mira hacia adelante".

La función principal de la psicóloga con los menores participantes en estos talleres es acoger, entender, aceptar y legitimar sus vivencias y emociones, además de dar respuesta a sus inquietudes y preguntas. Pretende ofrece un espacio seguro donde abordar y compartir su experiencia a través de las sesiones que se incluyen en cada taller.

El objetivo es que aprendan nuevas formas de interacción y de comunicación, así como a diferenciar entre un buen trato y el maltrato, cómo manejar y canalizar sus emociones, y a lograr un mayor bienestar y paliar las consecuencias de las situaciones vividas.

La red también dota a las madres atendidas de habilidades y destrezas oportunas con el fin de que sean capaces de atender de forma adecuada el desarrollo evolutivo de sus hijos.

Se trata, en definitiva, de ofrecer a estos menores herramientas para aprender a reconocer y manejar sentimientos y emociones, y potenciar la tolerancia a la frustración y el control de impulsos. En los servicios de atención psicológica también se les brindan estrategias aprender a resolver conflictos de manera no violenta.

SUPERAR EL DOLOR EMOCIONAL Y MEJORAR LA AUTOESTIMA

Mediante talleres grupales, utilizan terapias basadas en la resiliencia y el buen trato a la infancia. En ellos, se trabaja la capacidad para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas, y se fomenta la mejora de la autoestima, la identificación y expresión adecuada de emociones y la toma de decisiones.

Los grupos de trabajo con los menores son homogéneos y cerrados y están formados por un mínimo de cuatro y un máximo de ocho participantes. Cada taller está compuesto de diez módulos y cada uno de ellos se trabaja en una sesión.

Respecto al seguimiento, se realizan dos sesiones con los menores con carácter bimensual. Las madres asisten en clases grupales de seguimiento durante la participación de sus hijos en el proceso grupal y, con posterioridad, con carácter bimensual.