Los terroristas compraron cuatro cuchillos y un hacha horas antes del atentado de Cambrils

Los Mossos d'Esquadra abatieron a cinco presuntos terroristas en Cambrils (Tarragona).
Los Mossos d'Esquadra abatieron a cinco presuntos terroristas en Cambrils (Tarragona).
EFE
Los Mossos d'Esquadra abatieron a cinco presuntos terroristas en Cambrils (Tarragona).

Tres de los autores del atentado de Cambrils compraron en un comercio de la localidad tarraconense cuatro cuchillos y un hacha a las nueve y media de la noche del mismo día del atentado en Las Ramblas y tan solo horas unas antes de intentar una matanza en el paseo marítimo.

Unos minutos después de las nueve de la noche, los terroristas accedieron con actitud "normal" y "tranquila" al establecimiento Mercasa, donde hicieron una compra de unos 70 euros que pagaron en efectivo, según los empleados. "Ninguno de nosotros sospechó nada, eran unos clientes como otros cualesquiera", ha manifestado una empleada de la tienda.

Según consta en el auto de la Audiencia Nacional, el pago se realizó a las 21.26 horas. Todo parece indicar que, seguidamente, los jóvenes subieron al Audi A3 donde les esperaban los otros dos miembros de la célula y se marcharon. El atentado en el paseo marítimo lo cometieron poco después de la una de la noche.

El establecimiento, ubicado en el chaflán de la calle Tres Eres y de la calle Camí de la Creu, cierra a las 21.30 horas, está regentado por personas de origen chino y cuenta con una amplia variedad de productos. Las hachas tienen un precio que oscila entre los 5,5 y los 17,5 euros, según su tamaño. También se pueden encontrar todo tipo de cuchillos, algunos de grandes dimensiones.

Alcanar, Ripoll... y Riudecanyes

El juez Andreu, además, analiza unos comprobantes de compras encontrados en una masía abandonaba en Riudecanyes, a 14 kilómetros de Cambrils, que usaban los yihadistas. En la inspección a ese caserío se encontraron los restos de una pequeña hoguera, el pasaporte y el carné de conducir de Mohamed Hychami, uno de los abatidos en Cambrils, y también el pasaporte de Younes Abouyaaqoub, el autor material del atropello masivo en Las Ramblas de Barcelona que fue abatido este lunes por los Mossos d'Esquadra.

Fuentes próximas a la investigación han asegurado que esa masía abandonada de Riudecanyes era utilizada por la célula terrorista como centro de seguridad en el que refugiarse o reunirse para planificar sus acciones, mientras que el chalé ocupado de Alcanar (Tarragona) era destinado a la fabricación de explosivos.

La masía, situada en la urbanización Mar de Riudecanyes, se ha revelado como un importante centro de operaciones de la célula, por lo que los Mossos d'Esquadra han practicado un minucioso registro con el fin de hallar indicios que permitan arrojar luz sobre la organización de los atentados. De hecho, varios indicios apuntan a que los terroristas estuvieron en la masía en las horas previas al ataque de Cambrils (Tarragona) y que, tras comprar un hacha y cuatro cuchillos en un comercio del municipio, regresaron a la casa de Riudecanyes para quemar los comprobantes, antes de ponerse de nuevo al volante del Audi que emplearon en el atentado en la población tarraconense.

Fueron unos jóvenes de Riudecanyes los que alertaron a los Mossos d'Esquadra, un día después de los atentados, de que habían encontrado en el entorno de la masía abandonada los restos de una hoguera en la que, además de los comprobantes de compra, figuraban medio quemados el pasaporte y el carné de conducir de Younes Abouyaaqoub, autor del atropello de Barcelona, y de Mohamed Hichami, uno de los abatidos en Cambrils.

Por otra parte, los investigadores sospechan que la casa de Alcanar que explotó la madrugada del viernes pasado era destinada por la célula a la fabricación de los artefactos explosivos con los que pretendían causar un atentado mayor en monumentos e iglesias de Barcelona, entre ellas la Sagrada Familia.

Los terroristas habían almacenado en los últimos meses 120 bombonas de butano en la vivienda de Alcanar, material con el que supuestamente pretendían aumentar la potencia de las deflagraciones efectuadas con explosivos. Algunas de esas bombonas, apuntan fuentes próximas a la investigación, estaban vacías y se sospecha que la célula las había robado para poder cambiarlas por otras llenas de butano.

En las tareas de desescombro de la casa de Alcanar, en cuya deflagración murieron al menos dos de los terroristas -entre ellos el imán supuesto cerebro de la célula-, se ha encontrado además 500 litros de acetona y productos como agua oxigenada y bicarbonato, así como gran cantidad de clavos para ser usados como metralla. También se ha hallado un cinturón de explosivos que, a diferencia de los que llevaban los terroristas que fueron abatidos, ha resultado ser auténtico

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