El viento que ha soplado la tarde de este viernes en la zona leonesa de La Cabrera ha avivado las llamas del incendio declarado el pasado lunes en el municipio de Encinedo, que ha afectado ya una superficie superior a las 8.000 hectáreas y que llegó a amenazar esta jornada a la localidad de Robledo de Losada.

En Castilla y León, los servicios de extinción de incendios continúan además luchando contra otros dos fuegos, el desatado el jueves en Medinilla (Ávila), que se mantiene activo, aunque sin riesgo para ninguna población próxima, y el declarado durante la misma jornada en Figueruela de Arriba (Zamora), que ya se encuentra controlado, según fuentes del Ejecutivo autonómico.

Un cuarto incendio, que comenzó también el jueves en la provincia leonesa, en Borrenes, ha quedado controlado esta mañana, a pesar de que llegó a alcanzar el nivel dos (en una escala de cero a tres de menor a mayor intensidad) por riesgo de la población.

En el caso del incendio de La Cabrera, el viento y los contrafuegos realizados para proteger la localidad de Robledo de Losada han generado una humareda que ha obligado a desalojar a una treintena de trabajadores de una pizarrera cercana a la localidad de Robledo.

Así lo ha confirmado el alcalde de Truchas, Francisco Simón, desde el puesto de mando instalado en La Cabrera para coordinar los efectivos que luchan contra el fuego.

El avance de las llamas por el Alto del Carbajal y el intenso humo obligó también a cortar la carretera LE-126 de La Baña a Truchas, y la vía de acceso a Robledo de Losada, aunque ya se ha vuelto a abrir al tráfico.

Una de las principales dificultades que están encontrando los medios de extinción es el fenómeno de inversión térmica, que, al acumular capas de aire caliente en la parte superior de la atmósfera, impide que el humo se disipe, reduciendo o eliminando las posibilidades de vuelo.

"Apenas han podido descargar unos cuantos helicópteros agua en todo el día por la intensa humareda lo que está perjudicando enormemente las tareas de extinción", ha explicado Simón.

El regidor ha reconocido que la actuación de los medios aéreos es vital para "refrescar la zona" y evitar que las llamas se reproduzcan, el mayor temor entre los efectivos de extinción y los vecinos.

Unas tareas de extinción que tras una larga noche habían logrado estabilizar el incendio este viernes por la mañana, paralizando el avance del perímetro de más de 8.000 hectáreas del incendio.

Por otra parte, los 38 vecinos de la localidad de Trabazos, pedanía de Encinedo, han podido volver a las 19:20 horas a su viviendas, que no han sufrido daños, tras dos días de evacuación en el que han estado alojados en el polideportivo de La Baña y una residencia de ancianos.

Asimismo, la mejora de la situación durante la tarde ha permitido levantar el confinamiento en sus viviendas por el humo que se había recomendado para los vecinos de Santa Eulalia, otra pedanía de Encinedo.

Unas decisiones que se tomaron en la reunión que a las 18:00 horas celebró el Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) de León tras evaluar la situación, que en la actualidad mantiene el nivel dos de peligrosidad.

En estos momentos, alrededor de 300 profesionales trabajan en el operativo desplegado, entre ellos un centenar de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con base en León.

El incendio, que cumple su cuarto día actividad, ya se ha convertido en el más importante de Castilla y León en lo que va de año y amenaza con convertirse en el más importante de España.

Respecto del fuego en el término abulense de Medinilla, por el momento están "por determinar" las causas que lo originaron, aunque los alcaldes de la zona se han mostrado convencidos de que fue provocado, ya que tuvo hasta tres focos distintos.

Cuatro incendios controlados en Galicia superan el millar de hectáreas quemadas en las últimas horas. En concreto, son tres en la provincia de Ourense (Chandrexa de Queixa, Castro Caldelas y Monterrei) y otro en Lugo (Cervantes). Según el último parte de la Consellería de Medio Rural, tan solo hay un incendio que no se encuentra controlado en Galicia, se trata del fuego de Folgoso do Courel (Lugo), de más de 20 hectáreas, que la Xunta da por estabilizado, y lleva quemadas unas 35 hectáreas.

El mayor de los fuegos es el de Monterrei, con 384 hectáreas —327,07 son de raso y el resto de arbolado—. El incendio se declaró a las 17,41 horas del martes en la parroquia de Infesta. En su extinción trabajan, entre otros, 12 helicópteros, cuatro aviones y 27 motobombas, entre otros. En Chandrexa de Queixa, hay 369 hectáreas quemadas, buena parte de ellas en Red Natura. Está controlado desde las 23,33 horas del jueves —comenzó el martes a las 19,34 horas en la parroquia de Queixa—. Este incendio se reactivó el jueves debido al calor y el viento. Trabajan medios como seis aviones, 11 helicópteros y 28 brigadas.

En la provincia de Ourense, asimismo, está controlado desde las 2,37 horas de este viernes el fuego declarado a las 18,27 horas del martes en la parroquia de O Burgo, en Castro Caldelas, que ha quemado unas 265 hectáreas. Aquí se encuentra ayudando la Unidad Militar de Emergencias (UME). En el caso de Cervantes, el incendio de Vilarello, iniciado en la madrugada del jueves, está controlado tras quemar un centenar de hectáreas. Participan en las labores de extinción dos helicópteros y 28 brigadas, entre otros.