Los saqueos llegan a San Martín tras el paso de Irma: "Solo les queda matarse entre ellos"

  • Una española asegura que en la isla "se matan a cuchillazos por una botella de agua", que no están protegidos y que la información sobre la situación es falsa.
  • El ministro del Interior francés ha asegurado que habrá 2.000 agentes para hacer frente a los saqueos que se han producido en la isla caribeña.
  • Todo sobre el huracán Irma.
Vista de la devastación ocasionada por el huracán Irma en Philipsburg, en la isla de San Martín.
Vista de la devastación ocasionada por el huracán Irma en Philipsburg, en la isla de San Martín.
Gerben van ES / EFE
Vista de la devastación ocasionada por el huracán Irma en Philipsburg, en la isla de San Martín.

Una treintena de españoles están atrapados en San Martín, la isla caribeña que ha sido totalmente devastada por el huracán Irma. "Esto es lo que queda de mi casa", dice la cordobesa Sara Cerezo mientras graba los destrozos del bloque de viviendas en el que vive, en la parte francesa de la isla. En la casa en la que vivía desde hace dos años ya no hay ventanas, en el balcón hay restos del tejado que se mezclan con el barro y su salón está lleno de escombros.

En la misma situación se encontraba Tamara Novoa. Otra española que desde hace unos cinco años vive en San Martín con su marido y su hijo. "Se mudó allí hace unos cinco años, antes de casarse", cuenta a 20minutos.es su padre, José Antonio Novoa, que asegura que su hija está a punto de ser evacuada. "Anoche me llamó un familiar de mi yerno y me dijo que Tamara estaba en la lista prioritaria de Cruz Roja", relata Novoa.

José Antonio no ha dejado de presionar a las autoridades para que solucionasen la situación de su hija, casada con un ciudadano holandés. "Aunque su casa aguantó bastante bien, había daños en el tejado y estaban durmiendo sin colchones porque estaban empapados", cuenta Novoa sobre la situación de su hija.

Cuando un vecino vio cómo estaba viviendo la familia de Tamara, decidió acogerles en su búnker, donde han pasado las últimas horas y han podido dormir y avisar a José Antonio de que se encontraban bien. "El anuncio de la evacuación nos ha animado bastante porque no sabíamos nada de ella".

Desde la parte francesa de la isla, Sara denuncia que la información que sale de San Martín es falsa y dice sentirse insegura porque las medidas de protección que dicen haberse tomado no son reales. "La información que estáis recibiendo no es verdad", dice la española, que asegura que pueden verse cadáveres flotando en las calles y en el mar.

"Estamos aquí y no estamos seguros", dice la cordobesa de 27 años, que asegura no sentirse segura porque la calle se ha convertido en "una guerra" por los saqueos que se están produciendo en San Martín tras el paso de Irma. Sara asegura que si no les sacan de la isla no saben cuánto tiempo serán capaces de aguantar porque ya "no queda comida ni agua". "Estamos aquí y no estamos seguros. La gente se mata a tiros, a cuchillazos, por una botella de agua o por un trozo de pan", dice, desesperada, mientras muestra la devastación que ha dejado atrás el huracán.

"En las tiendas no hay nada y lo que quedaba lo asaltaron", dice José Antonio. Los soldados patrullan la parte holandesa de la isla porque se puso en marcha la ley marcial el miércoles para hacer evitar los saqueos, como los que están sacudiendo la parte francesa de la isla. En San Martín la gente vive sin luz, sin gas, sin teléfono y sin Internet, y los supervivientes "están empezando a robarse unos a otros".

Más efectivos para acabar con los saqueos

El ministro francés de Interior, Gérard Collomb, ha anunciado este lunes "una decena de arrestos" por pillajes en la parte francesa de la isla de San Martín tras el paso del huracán Irma y ha afirmado que con el refuerzo del dispositivo de seguridad habrá allí cerca de 2.000 agentes de las fuerzas del orden.

Collomb, en una entrevista al canal de televisión France 2, se ha defendido de las críticas de la oposición por la tardanza del Gobierno en la puesta en marcha de medidas de ayuda a la población de San Martín y de la de San Bartolomé tras la destrucción causada por Irma.

"Tomamos desde el principio las buenas decisiones. Los ciclones no son una ciencia totalmente exacta", ha señalado antes de precisar que si antes del huracán había en San Martín 1.100 personas de los servicios del Estado, ahora son 2.000.

Sobre la cuestión de los pillajes, que han proliferado en un contexto de ausencia de servicios básicos como electricidad y teléfono, y de destrucción material de las principales infraestructuras y de muchas de las viviendas, el ministro ha estimado que "el número de fuerzas desplegadas hoy en San Martín es considerable".

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