El curso arranca este lunes en Andalucía con menos alumnos matriculados y más profesores

Comienza en Andalucía un nuevo curso escolar.
Comienza en Andalucía un nuevo curso escolar.
EUROPA PRESS
Comienza en Andalucía un nuevo curso escolar.

Los primeros fueron los más pequeños, los niños de 0 a 3 años, que volvieron a clase el pasado 1 de septiembre. Este lunes le toca el turno a los alumnos de Infantil, Primaria y Educación Especial. El viernes llenarán las aulas los estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato, Formación Profesional, Educación de Régimen Especial y la de Adultos. Y por último, las Enseñanzas Artísticas Superiores, cuyo curso dará comienzo el próximo día 20 de este mes.

El curso 2017-2018 arranca en Andalucía con un total de 1.423.265 estudiantes matriculados en el sistema público andaluz, lo que supone un descenso del 0,8% con respecto al pasado ejercicio, debido fundamentalmente a cuestiones demográficas. A los estudiantes de la pública se suman otros 259.034 alumnos que asistirán a clase en centros concertados y otros 54.084 que acudirán a la privada. En total, 1.833.306 andaluces matriculados en alguno de los 7.007 centros educativos de la comunidad, de los que 4.575 son públicos.

Los alumnos de la pública estarán atendidos por un mayor número de docentes, que este año ascienden a 98.091, es decir, 2.676 más que en el curso anterior (+2,8%). Un crecimiento que, según la consejera de Educación de la Junta, Sonia Gaya, "es el mayor de la última década".

El incremento de la plantilla docente junto con el descenso del alumnado matriculado va a generar una disminución de las ratios medias, si bien la propia consejera ha señalado que este no es un dato "homogéneo", ya que en las capitales de provincia y en las grandes ciudades "las ratios son más ajustadas" que en los municipios con menos estudiantes. Cabe recordar que la ley fija en 25 el número de estudiantes por clase en Infantil y en Primaria; en 30 para la ESO; y en 35 para Bachillerato, cifras que, según los sindicatos, se incumplieron el pasado curso en todas las etapas educativas.

Obras de mejora

El curso arranca también inmerso en numerosos procesos de mejora de los centros. Así, la Junta prevé que a lo largo de este curso se puedan eliminar un total de 181 aulas prefabricadas, 58 de las cuales ya se suprimieron a lo largo del primer semestre del año. Y Educación no descarta que la cifra final de este ejercicio pueda ser, incluso, superior a la prevista.

Asimismo, durante el verano se han desarrollado 51 actuaciones de mejora de la climatización de las aulas, enmarcadas en una primera fase de trabajos urgentes. Estos se completarán con un plan más ambicioso a medio plazo que se desarrollará tras un análisis de todos los colegios de la comunidad. También en el periodo estival, la Junta ha llevado a cabo 69 intervenciones de retirada de amianto. Este plan, dotado con 60 millones de euros, finalizará en el año 2022.

Por último, Educación ha realizado 412 obras de construcción de nuevos edificios, ampliaciones y reformas en centros de la región, trabajos de los que se beneficiarán más de 135.000 alumnos.

Otras cifras

Este año habrá en la comunidad un total de 2.382 centros que ofrecerán servicios complementarios. Se suman así 20 centros más con aula matinal; 23 más con comedor; y cinco más con actividades extraescolares.

Además, 1.417 colegios e institutos andaluces ofrecerán enseñanzas bilingües a sus estudiantes, lo que supone 84 más que el pasado año. Asimismo, la Junta repartirá 3.000 toneladas de material por todos los centros.

Los sindicatos, por su parte, han valorado en su conjunto el incremento de la plantilla docente para este curso, que califican como un "primer paso" en la recuperación de las más de 5.000 plazas que aseguran que se han perdido desde que se instauró el aumento del horario lectivo de 18 a 20 horas semanales.

Sin embargo, "aún quedan muchos deberes pendientes", señalan las organizaciones sindicales. CC OO-A asegura que seguirá denunciando, con movilizaciones, aspectos como la "precariedad de los servicios externalizados, la falta de cobertura de vacantes o la tardanza en las sustituciones". Mientras, CSIF-A apunta al "incremento del presupuesto en Educación, a la puesta en marcha de las ofertas de empleo público y a la bajada de las ratios".

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