Irma sigue debilitándose en Georgia tras dejar al menos 11 muertos en Estados Unidos

Residentes de la zona de Venetian Island, en Miami Beach (Florida, EE UU), regresan a sus casas tras el paso del huracán Irma.
Residentes de la zona de Venetian Island, en Miami Beach (Florida, EE UU), regresan a sus casas tras el paso del huracán Irma.
GIORGIO VIERA / EFE
Residentes de la zona de Venetian Island, en Miami Beach (Florida, EE UU), regresan a sus casas tras el paso del huracán Irma.

La ya tormenta tropical Irma, que como huracán ha dejado hasta el momento once muertos en Estados Unidos, siguió debilitándose este lunes a su paso por el estado de Georgia y es probable que se degrade a depresión tropical este martes, según informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) estadounidense.

En su boletín de las 21.00 GMT de este lunes, el centro indicó que los vientos máximos sostenidos de Irma han bajado a 85 km/h, diez menos que en el informe de las 18.00 GMT, y se preveía que continuase su "lento debilitamiento", por lo que es "probable que se degrade a depresión tropical el martes".

Irma se encomtraba a unos 15 kilómetros al este de Albany (Georgia) y a 240 kilómetros al sur de Atlanta, también en Georgia. Se desplazaba hacia el nornoroeste con una velocidad de traslación de 28 km/h. En Georgia hay aproximadamente 870.000 clientes sin electricidad, lo que supone casi el 50% del total de clientes residenciales de la compañía Georgia Power.

Y durante la mañana de este martes se espera que Irma gire hacia el noroeste, según los modelos del CNH. Después, el centro de Irma "continuará moviéndose sobre el suroeste de Georgia esta noche, para desplazarse durante la tarde por el este de Alabama".

Irma tocó tierra dos veces el pasado domingo. La primera, en los Cayos de Florida como huracán de categoría 4. Se desconoce todavía el alcance de la destrucción causada en este rosario de islas localizadas en el extremo sur del estado porque muchos zonas permanecen inaccesibles aún. La segunda vez desembarcó sobre Marco Island, en la costa suroeste del estado.

El 25 % de los edificios de los Cayos de Florida quedaron totalmente destruidos y el 65% presentan daños graves, indicó este martes un portavoz de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

FEMA ha enviado cerca de 2,4 millones de raciones de comida y 1,4 millones de litros de agua a Florida para atender las urgencias que ha dejado a su paso Irma, cifras de las que 628.000 raciones y 900.000 litros de agua corresponden a Georgia.

Florida amanece maltrecha

Florida amaneció este lunes viendo confirmados los malos presagios de los meteorólogos sobre el poder destructor de Irma. El ciclón descargó fuertes cantidades de agua y arreció con una peligrosa marejada que inundó varias ciudades del estado.

El panorama de calles anegadas y vías bloqueadas por árboles caídos se ha repetido en muchos centros urbanos del estado, algunos de ellos bajo toques de queda nocturnos, con el fin de que los trabajadores municipales puedan limpiar los escombros y reponer los tendidos eléctricos.

Una de las al menos seis personas fallecidas en Florida a causa de Irma es Julie Bridges, una agente de la Oficina del Alguacil del Condado Hardee, que murió en un accidente de tráfico el domingo, en el que también perdió la vida el conductor del otro vehículo, Joseph Ossman, un oficial de una correccional.

Otras dos personas murieron en los Cayos de Florida, que registró una subida del nivel del mar de hasta tres metros, y los otros dos fallecidos hasta el momento son residentes de los condados Miami-Dade y Orange.

En Georgia han muerto tres personas, dos de ellas debido a la caída de sendos árboles sobre una vivienda y un vehículo, y en Carolina del Sur un hombre que cortaba un árbol dañado por Irma falleció cuando una rama cayó sobre él.

Las diez muertes en EE UU engrosan la lista de fatalidades que suma Irma, que tras su paso por las Antillas y el Caribe, incluida Cuba, que ha registrado 10 muertos, llega a la cifra de 37 fallecidos.

Sin electricidad

De acuerdo a la Oficina de Gestión de Emergencia estatal, más de 6,7 millones de clientes de las principales proveedoras de energía en Florida se encontraban este lunes sin suministro a causa de la ola destructiva de Irma, que antes de llegar a EE UU alcanzó a tener categoría 5, la máxima de la escala Saffir Simpson y un tamaño mayor al de la península de Florida.

Este martes, el número de usuarios sin luz descendió a 5,5 millones, lo que sigue suponiendo casi el 53% del total del estado, según datos oficiales. En el condado de Miami-Dade, el más poblado de Florida, son más de 661.950 los clientes sin electricidad, es decir, el 58% del total.

En el condado de Monroe, al que pertenecen los Cayos de Florida y donde Irma tocó tierra este domingo como huracán de categoría 4, el porcentaje de usuarios sin luz continúa en el 83% del total de clientes residentes en esa zona (52.939 clientes).

Aquí, en Los Cayos, un conjunto de islas e islotes en el extremo sur del estado, recibieron el impacto de vientos máximos sostenidos de 130 millas por hora (210 km/h), y ha sido sin duda una de las áreas más afectadas, como lo constató este lunes el gobernador del estado, Rick Scott, tras sobrevolar la zona.

"Mi corazón está con la gente de los Cayos de Florida", aseguró Scott en una rueda de prensa en el condado Miami-Dade, en la que señaló que este archipiélago enfrenta "un largo camino para la recuperación".

Pero los efectos de Irma, que se acercó a Florida por su costa suroriental, se sintieron a ambos lados de la península. Varias localidades costeras del sureste despertaron este lunes entre un mar de ramas y árboles caídos, embarcaciones salidas y acumulaciones de aguas en sus calles, mientras que las autoridades de los condados Broward y Miami-Dade han suspendido las clases hasta nuevo aviso.

Las autoridades de Miami Beach no permiten a turistas y residentes ingresar a la ciudad hasta la tarde del martes, lo que ha generado atascos de consideración y obligado a muchos otros residentes que se encuentran en refugios a mantenerse en ellos.

Miami, que el domingo recibió vientos de cerca de 145 km/h, luchaba aún por reponer servicios básicos como energía y comunicaciones, aunque algunos comercios empezaban a abrir sus puertas.

Vuelta  a la normalidad

Disney decidió cerrar el viernes los parques de Magic Kingdom, Epcot, Disney's Hollywood Studios, Disney's Animal Kingdom y Disney Springs, a causa de la caída de numerosos árboles e inundaciones en algunos de ellos. La clausura de Magic Kingdom es un hecho excepcional y solo se ha producido en media docena de ocasiones desde la apertura del complejo en 1971.

Tras tres días de inactividad, Walt Disney World comunicó a través de sus perfiles en las redes sociales que mientras que sus parques acuáticos permanecen cerrados, los de atracciones reanudaron este martes su actividad, ya que según un portavoz de la compañía no se han visto "daños significativos" en ellos.

De la misma manera, Universal Orlando confirmó este martes a través de Twitter que reabrió sus puertas, a pesar de que algunas atracciones continúan cerradas, ya que sufrieron daños por el impacto del ciclón. No obstante, Legoland Florida, SeaWorld Orlando, Aquatica Orlando y Busch Gardens siguen cerrados.

La apertura de los parques viene a sumarse a la de los principales aeropuertos de Florida, que abrieron al tráfico aéreo y retoman paulatinamente la normalidad después del cierre de sus instalaciones el fin de semana.

Por su parte, Miami Beach permitió también este martes el acceso a residentes, dueños de negocio y visitantes, tras el cierre que impuso el Gobierno de la ciudad, que dejó las vías en malas condiciones. Poco antes de las 8.00 horas locales (12 GMT) cuando se levantaba la prohibición, se observaban filas de automóviles en las carreteras que conectan la ciudad con la vecina Miami. A partir de esa hora el tráfico empezó a fluir con normalidad.

José pierde fuerza

Por otra parte, el huracán José, ahora de categoría 1, continúa debilitándose mientras deambula muy al noreste de las Bahamas con vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora, informó este martes el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE UU.

José se mueve lentamente con dirección este a una velocidad de traslación de 7 kilómetros por hora y los meteorólogos prevén un giro hacia el sureste y luego hacia el sur en los próximos dos días.

En su boletín de las 15.00 horas GMT de este martes, el CNH señaló que el ojo de José se mantendrá al este-noreste de Bahamas hasta miércoles y que en su progresivo debilitamiento podría degradarse a tormenta tropical la noche del martes.

A esa hora, el huracán se encontraba ubicado a 725 kilómetros al nornoreste de la Isla de Gran Turco y por el momento no supone ninguna amenaza para zonas pobladas. Los vientos huracanados del ciclón alcanzan los 35 kilómetros desde su centro y los de tormenta tropical llegan a los 220 kilómetros.

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