Pogradec, en Albania, un paseo por la Europa más exótica

  • El año pasado el país fue visitado por más de 4 millones de turistas.
  • Pogradec se está convirtiendo en destino turístico popular de albaneses y extranjeros.
Vista de Pogradec (Albania), junto al lago Ocrida.
Vista de Pogradec (Albania), junto al lago Ocrida.
WIKIPEDIA/Jurgen Troka
Vista de Pogradec (Albania), junto al lago Ocrida.

En Europa hay aún destinos exóticos. Pocos. Albania es uno de ellos. El año pasado el país fue visitado por más de 4 millones de turistas, que aportaron 1.500 mil millones de euros, una cifra que equivale al 8% del Producto Interior Bruto (PIB). La localidad de Pogradec se está convirtiendo en destino turístico popular de albaneses y extranjeros.

La combinación de la belleza de la naturaleza con lugares interesantes de valor histórico y cultural, el clima agradable y los bajos precios atraen a cada vez más turistas a esta localidad de Albania. Bañada por las aguas cristalinas del Ohrid u Ocrida, uno de los lagos más antiguos del mundo, Pogradec era el lugar favorito de vacaciones del exdictador comunista Enver Hoxha.

El año pasado visitaron la ciudad 250.000 turistas, 80.000 de los cuales eran extranjeros, un 15% más que en 2015, según su Ayuntamiento. “Bajo el lema 'Visita un día y reserva un mes' nuestro objetivo es aumentar los ingresos del turismo a través de la mejora de los servicios”, según cuenta Viola Ciu, responsable de la oficina del turismo del Ayuntamiento de Pogradec.

Situada a 140 kilómetros al sureste de Tirana, en esta ciudad de 40.000 habitantes, tenía la residencia veraniega el dictador estalinista albanés, Enver Hoxha, que dirigió con mano dura el país y lo aisló durante cuatro décadas (1944 hasta 1985). De su villa en Drilon (convertida ahora en el restaurante Vila Art), donde pasaba el día bajo la densa sombra de robles y álamos, y contemplaba las límpidas aguas de los manantiales, ha quedado solo la chimenea, ya que el establecimiento fue saqueado durante el caótico año 1997. Ahora la zona es una de las atracciones principales de Pogradec, donde la gente puede disfrutar de un paseo en barco o de un rico almuerzo mientras contempla los cisnes que se deslizan por las aguas que desembocan en el lago.

Compartido entre Albania y Macedonia, el lago Ohrid, cuya parte macedonia es patrimonio de la Unesco, es obra maestra de la naturaleza, que no solo ofrece frescura a los nadadores, sino una rica oferta gastronómica, con sus variados pescados, el rey de los cuales es el koran, una especie endémica de la familia de la trucha. Con una profundidad de aguas nítidas de 287 metros y rodeado por altas montañas de unos 700 metros sobre el nivel del mar, Ohrid es uno de los lagos más viejos del planeta, junto con el Baikal y el Titicaca.

Cerca de Lychnidos, su nombre ancestral, pasaba la Vía Egnatía, que conectaba la Roma antigua con Constantinopla, capital de Bizancio. Los turistas pueden visitar además las tumbas monumentales prehistóricas de Selce, el mosaico bizantino de Lin, el parque natural de Prespa y la ciudad pintoresca de Korca.

Albania, destino 'low cost'

Un menú abundante con productos de la zona, koran incluido, que ofrecen los 17 restaurantes de Pogradec no supera los 10 euros, mientras que una noche en uno de los mejores 30 hoteles de la zona cuesta 26 euros en la temporada alta. Según un informe de Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea, los precios de restaurantes y hoteles en Albania son los más baratos de Europa, algo que refrenda también la revista estadounidense Forbes.

“Estamos enamorados de la belleza de este país. Nos gusta la tranquilidad, los buenos precios y la gente relajada, amistosa y hospitalaria”, afirma Claudia Puhze, una alemana que por segunda vez consecutiva está pasando sus vacaciones en Albania. Su marido Andi aprecia la tranquilidad y la seguridad, en contraste con las ciudades europeas amenazadas por el terrorismo islámico, pese a que el 60 por ciento de los casi tres millones de los albaneses pertenece a la fe musulmana.

“Pogradec nos ha gustado tanto que el año próximo volveremos con los nietos a pasar todos juntos las vacaciones”, añade. “A diferencia de antes, cuando el bar lo frecuentaban solo albaneses este año han venido turistas franceses, alemanes, italianos”, explica Oli Berberi, la dueña del bar Fenix.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento