La Universidad de Harvard ha rescindido este viernes su invitación como profesora invitada a la exsoldado Chelsea Manning, la primera fuente de WikiLeaks, una decisión que fue muy criticada por funcionarios de alto perfil de la inteligencia estadounidense.

La Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard anunció este miércoles la contratación de Manning como profesora invitada para comentar "cuestiones de identidad de la comunidad homosexual y transexual" en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, una propuesta que ha retirado este viernes.

"Ahora pienso que designar a Chelsea Manning como profesora invitada fue un error, del que acepto la responsabilidad", ha afirmado en un comunicado el decano de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, Douglas Elmendorf.

El decano ha asegurado que el error fue designar a Manning con el título de "profesora invitada", ya que mucha gente lo ve como algo "honorífico" pese a que la escuela lo otorga a "cientos" de personas que participan en sus programas, aunque sea por unas horas.

Pese a rescindir la invitación como profesora invitada, Elmendorf ha señlado que Manning tiene las puertas abiertas de Harvard para hacer de ponente.

La reacción de Elmendorf llega después de que el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, Mike Pompeo, cancelase una charla prevista en la Universidad de Harvard por la contratación de Manning.

El director de la CIA, que estudió Derecho en Harvard en los años noventa, dijo sentirse "entristecido" por la "vergonzosa" decisión de contratar a la "traidora" Manning.

"Manning se opone a todo lo que representan los hombres y mujeres valientes con los que trabajo", afirmó Pompeo.

Manning, de 29 años, recobró su libertad en mayo tras pasar siete años en la cárcel, una quinta parte de la pena que le había sido impuesta, gracias al perdón presidencial que le otorgó en enero de este año Barack Obama (2009-2017).

Como analista de inteligencia militar, Manning filtró en 2010 al portal WikiLeaks, dirigido por el australiano Julian Assange, miles de documentos clasificados sobre las guerras de Irak y Afganistán, así como cables del Departamento de Estado, lo que supuso un revés para la diplomacia estadounidense.