Según ha informado la compañía eléctrica este lunes en un comunicado, los trabajos han consistido en el cambio de 30 soportes y la sustitución de los aislantes de vidrio por unos nuevos de polimérico.

Estos aisladores tienen un peso más ligero y mayor resistencia a las inclemencias meteorológicas como las granizadas y las descargas de rayos, además de soportar mejor el vandalismo, como los disparos de los cazadores.

La operación se ha ejecutado con un helicóptero, complementado con las tareas de los técnicos a pie de línea, para no dañar accesos y caminos rurales con maquinaria pesada ni vehículos.

Los trabajos forman parte de los planes de inversión de la compañía en el Camp de Tarragona y comportarán una mejora de la seguridad de las instalaciones y en la calidad del servicio de las poblaciones afectadas.