El Congreso rechaza una iniciativa de apoyo al Gobierno frente al referéndum del 1-O

El Congreso de los Diputados rechazó este martes una proposición no de ley de Ciudadanos que pretendía manifestar el apoyo de la Cámara a la actuación del Gobierno y a la legalidad para hacer frente al desafío independentista en Cataluña.

Votaron a favor PP y Ciudadanos, y en contra PSOE, Unidos Podemos, y los grupos catalanes y vascos. Además, cuatro diputados socialistas se abstuvieron: tres por error –Gregorio Cámara, Antonio Pradas y Juan José Díaz Trillo– y una cuarta, Soraya Rodríguez, que decidió romper la disciplina de voto.

Con todo, el resultado de la votación fue de 158 votos a favor, 166 en contra y cinco abstenciones.

El texto de Ciudadanos

La iniciativa presentada por Ciudadanos subrayaba el "apoyo al Gobierno, el Tribunal Constitucional, el Ministerio Fiscal y el resto de representantes del Poder Judicial y de Autoridades Públicas" para defender la "legalidad" y para que se pongan en marcha todas las medidas "necesarias", "de manera proporcional" para impedir el 1-O.

En su preámbulo, alertaba de que los independentistas están llevando a cabo un "desafío al orden constitucional" y defendía que la democracia debe dar una respuesta "unánime" para que, con la "fuerza del Estado de derecho y de la democracia", se impida que "la ilegalidad se imponga sobre la ley".

Además, subrayaba el apoyo a "todos los funcionarios del Estado" e instaba al Gobierno central a impedir la "utilización recursos públicos" para promocionar, preparar y ejecutar el referéndum. Finalmente, expresaba el reconocimiento a los ciudadanos de Cataluña que "respetan las leyes democráticas".

Enmienda socialista

El PSOE, por su parte, presentó una enmienda donde solicitaba añadir un primer punto para manifestar el "apoyo y amparo" de la Cámara a "todos los alcaldes y alcaldesas" y otro para incluir un "llamamiento" a los responsables institucionales que "desafían" las normas para que "vuelvan a la legalidad constitucional".

El tercer punto que quería añadir el PSOE, finalmente, pretendía instar a "todos los representantes de la pluralidad y la diversidad de la sociedad catalana y del conjunto de la ciudadanía española" a "abrir un espacio de diálogo" y a "buscar una salida pactada y legal" para "desterrar la división" y "reforzar la convivencia".

Ese último apartado fue el que Ciudadanos no quiso aceptar. Albert Rivera afirmó en su intervención que los socialistas estaban proponiendo "pactar o buscar una solución con los nacionalistas fuera de la Constitución", y reclamó al PSOE a retirar ese apartado de su enmienda.

Los socialistas se negaron por considerar que el elemento central de su discurso ante la crisis territorial es la apelación al "diálogo". Entonces Ciudadanos rechazó en su totalidad la enmienda del PSOE y éste último grupo decidió votar en contra de la proposición no de ley.

Bronca entre PSOE y Cs

Durante el debate en el hemiciclo, la diputada socialista Meritxell Batet afirmó que para resolver la crisis territorial abierta con Cataluña no pueden buscarse "vencedores ni vencidos", porque eso sería la mejor garantía de "conducirnos al fracaso".

Batet, en tono duro, acusó a Ciudadanos de presentar la iniciativa para "alimentar bloques": "Con esa actitud –les reprochó– ni suman voluntades, ni proponen soluciones, ni ayudan a que se produzca un diálogo sincero y honesto. No se clarifica nada con esta iniciativa".

La diputada, coordinadora de los parlamentarios del PSC en el Congreso, calificó de "irresponsable" la iniciativa, que a su juicio servía sólo para "debatir sobre la nada". El enfado del PSOE por la iniciativa de Cs y la negativa del partido de Rivera a aceptar su enmienda se sumó, en la tarde del martes, al malestar de los socialistas por el desmarque, sólo unas horas antes, de la formación naranja de la comisión territorial que el PSOE propone crear en el Congreso de los Diputados.

Albert Rivera, por su parte, manifesto que "cualquier demócrata" podía suscribir la proposición no de ley en sus términos originales y acusó a los socialistas de querer "pactar una nación de naciones" con los independentistas y de estar buscando un "pacto con [Carles] Puigdemont".

El resto de grupos manifestaron su rechazo al texto de Ciudadanos: Unidos Podemos acusó a Rivera de intentar "dividir", ERC aprovechó su turno para defender el referéndum, el PDeCAT asegur'que el partido naranja es la "derecha extrema del PP" y el PNV sostuvo que "apelar únicamente a la fuerza del Estado no tiene sentido". Sólo el PP se posicionó a favor de la PNL del partido de Rivera, que saludó como un texto de "apoyo" al Gobierno ante el "chantaje rupturista".

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