Enfado y tensión interna en el PSOE por la iniciativa de Ciudadanos contra el referéndum

Soraya Rodríguez, diputada del PSOE.
Soraya Rodríguez, diputada del PSOE.
EUROPA PRESS
Soraya Rodríguez, diputada del PSOE.

La iniciativa de Ciudadanos sobre la respuesta del Estado al desafío independentista enfadó este martes al PSOE y provocó tensiones internas en su grupo parlamentario, donde una diputada, Soraya Rodríguez, decidió romper la disciplina de voto y abstenerse en lugar de votar en contra.

Los socialistas acusan al partido de Rivera de actuar con "irresponsabilidad" al presentar un texto sin efecto alguno —se trataba de una proposición no de ley— con el que, en palabras de miembros de la dirección socialista, buscaba únicamente "dividir" y colocar en una tesitura complicada al PSOE.

El grupo socialista consideraba que el texto de Ciudadanos no era aceptable y planteó una enmienda en la que pedía añadir, a la defensa de la legalidad y respuesta al 1-O en los tribunales, un punto donde reclamaba una solución pactada y dialogada para Cataluña. El grupo naranja rechazó ese cambio y el PSOE decidió entonces votar en contra de la proposición.

A juicio de los dirigentes socialistas, Ciudadanos demostró este martes "ser parte del problema" catalán en lugar de un elemento para la solución. "Se han colocado al mismo nivel de ERC", comentaba un miembro de la dirección del partido, que cargó duramente contra la maniobra de "regate corto" que, en su opinión, hicieron este martes los de Rivera.

Tensiones internas

El rechazo del PSOE a la proposición no de ley de Ciudadanos provocó que la iniciativa fuera rechazada por el Pleno del Congreso, donde sólo el PP se unió al grupo naranja, mientras los socialistas, Unidos Podemos y los grupos nacionalistas catalanes y vascos votaban en contra.

La cúpula del PSOE es consciente de que su no al texto, que fue decisivo para que fracasara, puede costarle algunos titulares negativos, pero considera que es la única posición que a medio plazo, en el escenario posterior al 1 de octubre, le permite aparecer como el partido capaz de "dialogar y articular una alternativa" para Cataluña.

El no a la propuesta de Ciudadanos, sin embargo, encontró algunas resistencias en el grupo parlamentario socialista. Algunos diputados manifestaron su malestar porque, en la reunión del grupo en la mañana del martes, únicamente se contempló el escenario de presentar enmiendas y votar a favor o, quizá, abstenerse, pero nunca votar en contra.

Miembros de la dirección del grupo reconocen esa ausencia de debate y la justifican porque, en sus palabras, no se imaginaban que Ciudadanos pudiera llegar a rechazar la enmienda del PSOE. "No valoramos ese escenario porque ni se nos pasó por la cabeza que rechazaran nuestra enmieda. ¿A quién le cabe en la cabeza?", se preguntaba un integrante de la cúpula del grupo.

Ruptura de voto

La consecuencia más visible del enfado de algunos diputados, que consideraban que era mejor votar a favor o abstenerse en lugar de votar en contra, fue el voto de la diputada vallisoletana Soraya Rodríguez, que se abstuvo. Hubo, además, tres diputados socialistas que, en sus propias palabras, se abstuvieron por error: fueron Gregorio Cámara, Juan José Díaz Trillo y Antonio Pradas.

Rodríguez tildó de "sorpresivo" el cambio de posición de la dirección del grupo y manifestó que en una situación de tanta gravedad no consideraba adecuado que el PSOE impidiera que un texto como el de Ciudadanos saliera adelante. En todo caso, coincidió en calificar la iniciativa de "inorportura" por buscar la "división de los demócratas".

La dirección del PSOE, en todo caso, señala que seguirá apoyando al Gobierno en su respuesta ante el desafío independentista en Cataluña, con independencia de que comparta o no todos y cada uno de las decisiones del Ejecutivo en respuesta al 1-O, pues los socialistas evitan valorar pasos concretos

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