En los años 60, una época en la que la fotografía en blanco y negro era todavía sinónimo de fotografía de calidad, Gonzalo Juanes (Gijón, 1923-2014) se convirtió en una rara avis de la profesión. Tuvo la valentía de apostar por el color convirtiéndose en todo un precursor de esta técnica.

Ahora, una exposición, Gonzalo Juanes: una mirada en color, le devuelve el protagonismo a un autor que durante muchos años ha permanecido en un segundo plano. La muestra, que podrá verse en La Fábrica hasta el próximo 10 de enero, está formada por 23 imágenes realizadas en las décadas de los 60, 70 y 80.

Comisariada por el también fotógrafo José Manuel Navia, éste destaca el papel visionario de Juanes en unos años donde "los fotógrafos 'de verdad' hacían fotografías en blanco y negro" – en clara alusión a coetáneos como Ramón Masats, Paco Gómez o Pérez Siquier-. También destaca la naturalidad con la que tomó esta decisión: "nunca se enfrentó al color como un nuevo medio de expresión que hubiera que tratar de un modo distinto al blanco y negro, que le exigiera cambiar las bases de su lenguaje. Fascinado por la riqueza del color y convencido de que la vida es en colores, siguió haciendo la fotografía que le gustaba".

La selección de imágenes se divide en dos bloques temáticos muy claros. Por un lado, imágenes de Asturias tomadas en los años 60 y 70, que recogen sus paisajes y sus gentes: romerías, familias, niños, ancianos... y captan la esencia de estas tierras.

Y por otro, en claro contraste con la anterior, su serie sobre la madrileña calle Serrano realizada en 1965, donde fotografió a la juventud de la época tomando el aperitivo, reflejando los gustos estéticos del momento.

De profesión perito industrial, la formación fotográfica de Juanes fue autodidacta. Formó parte del grupo AFAL aunque apenas expuso ni publicó su trabajo en vida. En 1957 ingresa en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid. Cansado del proceso de labor de laboratorio, en 1966 se deshizo de todos su negativos en blanco y negro y se dedicó, exclusivamente, a las diapositivas en color de Kodachrome, convirtiéndose en uno de los pioneros de este formato en nuestro país.