Una bola de toallitas higiénicas de casi un kilómetro de longitud atasca un colector de València

  • Un gran tapón de mayor tamaño que los de Londres y San Sebastián obstruye el desagüe de la zona norte.
  • Los trabajos, con un coste de 2,2 millones de euros, han evitado el vertido de aguas fecales al antiguo cauce del Turia.
  • El Ayuntamiento pide "responsabilidad" a la ciudadanía y anuncia una campaña de concienciación.
Operarios extraen la masa negra, espesa y compacta que forman las toallitas higiénicas al juntarse con las aguas fecales en la red de saneamiento.
Operarios extraen la masa negra, espesa y compacta que forman las toallitas higiénicas al juntarse con las aguas fecales en la red de saneamiento.
20MINUTOS.ES
Operarios extraen la masa negra, espesa y compacta que forman las toallitas higiénicas al juntarse con las aguas fecales en la red de saneamiento.

Un gran tapón de toallitas higiénicas más grande que el formado en ciudades como Londres y San Sebastián y de casi un kilómetro de longitud ha obstruido el colector norte de València, el gigantesco desagüe que lleva las aguas fecales de parte de la ciudad hasta la depuradora de Pinedo, en la zona sur.

La práctica aparentemente inocente de lanzar estos residuos al inodoro, multiplicada por cientos de miles de personas, ha puesto en riesgo no solo el sistema de desagües de la ciudad, sino el medio ambiente y la salud pública, además de suponer un importante impacto en las arcas públicas municipales.

El concejal del Ciclo Integral del Agua de València, Vicent Sarriá, ha visitado este miércoles la salida de aguas pluviales de esta instalación, donde se está actuando desde el pasado mes de mayo para resolver esta situación. En concreto, el tapón se sitúa entre la iglesia del barrio de Monteolivete y la rotonda de la avenida Antonio Ferrandis con el puente del Assut de l’Or, a la altura de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Sin ir más lejos, el pasado lunes el Gobierno local aprobó una modificación de crédito de 800.000 euros para estas labores de limpieza, con lo que el coste de la actuación alcanza ya los 2,2 millones de euros, a lo que se debe sumar las revisiones periódicas, las reparaciones de bombeo, los pequeños desembozos y las actuaciones en el resto de la red de saneamiento.

Con todo, el mayor riesgo, ya neutralizado, ha sido el vertido de aguas fecales al antiguo cauce del Turia, "cuyo impacto ambiental habría sido muy negativo", ha afirmado Sarriá. De hecho, allí se ubica actualmente el Jardín del Turia, gran pulmón verde de València, con edificios tan emblemáticos como el Palau de la Música o el complejo de la Ciudad de las Ciencias.

El edil, que ha anunciado que los trabajos se prolongarán medio año más, ha dicho que el problema de las toallitas húmedas se debe abordar "de manera enérgica y dramática, y además en varias líneas". Además de subrayar la necesaria concienciación ciudadana, para lo que ha avanzado el lanzamiento de una próxima campaña por parte del Consistorio, ha denunciado el "recorte brutal" que se produjo en la anterior legislatura en el mantenimiento de la red de saneamiento: "En el caso de València, en la anterior legislatura se decidió realizar fue un recorte brutal, especialmente entre los años 2011 y 2012, que ahora tiene consecuencias", ha criticado.

En esta línea, argumenta que los recortes "también tienen efecto en las labores de vigilancia, que hubieran minorado este efecto, hubieran permitido detectarlo antes, y haber podido actuar antes sin este coste tan enorme que tenemos en estos momentos".

Aunque destaca la recuperación presupuestaria de estas partidas, ha reconocido que el gasto destinado al saneamiento aún es "insuficiente", por lo que anuncia  que seguirá incrementándose en próximos ejercicios. "A pesar de que es una cosa que está bajo tierra y es poco lucidora, es esencial para el funcionamiento y la salubridad y el medio ambiente de una ciudad de casi un millón de habitantes como es València", ha concluido.

Una masa negra, espesa y compacta

Los operarios de la empresa contratada por el Ayuntamiento han extraido toneladas de una masa espesa y compacta de toallitas húmedas mezcladas con aguas fecales. Para evitar su acumulación en la red de saneamiento, se deben tirar a papeleras, al igual que se hace con otros productos como compresas o tampones

"Responsabilidad" de la ciudadanía

El concejal  Vicent Sarriá pide "responsabilidad" a la ciudadanía sobre el uso de las toallitas húmedas, y a los fabricantes, a quienes insta a desarrollar nuevos  modelos "menos dañinos" que se disuelvan en el agua. El Ayuntamiento va a lanzar una campaña de concienciación por el elevado coste econonómico y medioambiental de tirarlas al inodoro.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento