La tensión que se ha vivido esta tarde en las calles de València, con intimidaciones, insultos, agresiones, carreras y finalmente cargas policiales no se recordaba desde tiempos de la Transición democrática. La crispación derivada del proceso independentista en Cataluña han enturbiado la celebración del 9 d'Octubre, Día de la Comunitat Valenciana. Si por la mañana ya se han registrado abucheos e incluso intimidaciones físicas a cargos de Compromís y Podemos en la Procesión Cívica de la Senyera de la ciudad, las escenas acaecidas en el centro por la tarde han sido mucho más graves.

Una contramanifestación de partidarios de la unidad de España ha impedido que la marcha nacionalista, convocada legalmente, saliera con normalidad desde la plaza de San Agustín. Allí, la Comissió 9 d'Octubre, organización nacionalista de izquierdas, había convocado la tradicional manifestación, este año centrada en la defensa del valenciano, pero la CUP también había llamado a manifestarse, en este caso, a favor de la independencia. En los días previos, grupos ultras habían convocado por internet para reventar la marcha.

La presencia de estos grupos ha derivado en carreras por la avenida del Oeste, agresiones a manifestantes y una peligrosa marcha paralela a la de la manifestación. De hecho, solo los agentes de la Policía Nacional separaban a unos y otros manifestantes. Grupos con banderas de España y senyeras valencianas perseguían o discurrían en paralelo a los manifestantes nacionalistas. Al llegar a la calle Xàtiva, los agentes han separado físicamente ambos recorridos. Sin embargo, otro segundo grupo nacionalista ha llegado al mismo punto, también flanqueado por manifestantes españolistas, y se han vivido escenas de verdadera tensión.