Han muerto en 2017 42 linces, 5 a manos de furtivos, una cifra que ya supera todo 2016

  • Miguel Ángel Simón, director del proyecto Life+Iberlince, asegura que "no pone en riesgo su recuperación en la Península Ibérica".
  • WWF se declara "consternada" por los recurrentes atropellos de linces en 'puntos negros' y por las muertes por causas "que veíamos superadas" como el furtivismo.
  • Se han producido 21 atropellos, 13 en Andalucía.
  • Encuentran ahogados a una hembra de lince y dos cachorros en una balsa de Jaén
Un lince ibérico con el colar localizador en 2015 en Mazarambroz, Toledo.
Un lince ibérico con el colar localizador en 2015 en Mazarambroz, Toledo.
GTRES
Un lince ibérico con el colar localizador en 2015 en Mazarambroz, Toledo.

La vida en libertad implica la exposición a riesgos para cualquier especie animal, también para el lince ibérico, que poco a poco va incrementando su presencia en la Península Ibérica no sin sufrir bajas como consecuencia de atropellos, furtivismo o simplemente enfermedades.

En lo que va de año han muerto 42 linces, una cifra que supera ya la de todo 2016, si bien, según ha explicado Miguel Ángel Simón, director del proyecto Life+Iberlince, esto "no pone en riesgo su recuperación lince en la Península Ibérica".

"La recuperación sigue con paso firme y se espera que este año la población continúe subiendo hasta superar los quinientos ejemplares frente a los 483 con los que se cerró 2016", ha señalado tras precisar que las pérdidas registradas en 2017 suponen un 8% de la población total.

Por territorios, en Andalucía -que engloba Doñana-Aljaraje y Andújar-Cardeña (zonas históricas) y Guadalmellato (Córdoba) y Guarrizas (Jaén), se han registrado 27 muertes; en Mértola (Portugal) dos, las mismas que en Matachel (Badajoz), y 8 en Montes de Toledo (Castilla La Mancha).

Simón ha reconocido que la cifra de muertes es "elevada" y ha remarcado que el atropello sigue siendo la principal causa, pues 21 animales han perdido la vida este año en carreteras y uno en una vía de tren, frente a los 15 que murieron atropellados el año pasado.

En Andalucía es donde se registra el mayor número de atropellos, con un total de 13, aunque es significativo el incremento que se ha producido en Castilla La Mancha, donde se ha pasado de uno en 2016 a siete este año.

La explicación es que en esta zona no había presencia de linces hasta el 2014, cuando empezaron a realizarse las primeras sueltas y, desde entonces, la población "ha ido creciendo, la dispersión aumenta y el riesgo de atropellos en mayor", ha indicado. A ello se suma que se trata de una zona -como sucede en Jaén o Doñana- en la que existen importantes infraestructuras viarias que también incrementan ese riesgo, lo que no sucede en Extremadura o Portugal, donde las carreteras próximas a las áreas de reintroducción son secundarias y con poco tráfico.

A esta causa de muerte le sigue el furtivismo, con cinco pérdidas -cuatro en Andalucía y uno en Portugal- por la acción de cazadores que actúan al margen de la ley.

Según Simón, su organización lleva mucho tiempo "trabajando con la Federación Andaluza de Caza y están muy concienciados, pero siempre hay quienes no respetan", ha lamentado.

La asociación conservacionista WWF se ha mostrado "consternada" ante el aumento de los casos de mortalidad de lince ibérico en las últimas semanas en Andalucía, tanto por la recurrencia de atropellos en los mismos 'puntos negros' que los ecologistas vienen denunciando como por la muerte de animales por causas "que veíamos superadas", como el furtivismo.

En relación a los casos de furtivismo, el responsable del Programa de Especies de WWF España ha reaccionado a la aparición de dos cadáveres en el plazo de un mes en Jaén con proyectiles plomados en la cabeza, "e incluso con indicios de haber sido disparados de cerca y con ensañamiento, lo que habla de una acción no fortuita, sino intencionada".

Así lo ha indicado a Europa Press el responsable del Programa de Especies de WWF España, Luis Suárez, que ha expresado la "sorpresa" del colectivo en tanto que "no esperábamos, porque no había ningún motivo, que este año la tasa de mortalidad estuviera tan alta y volviéramos a cifras que, aunque en el conjunto de la población no son preocupantes, no acaban de dejarnos tranquilos".

El resto de muertes

El resto de fallecimientos se han debido a enfermedades (4), fundamentalmente las relacionadas con la elevada edad de los animales; causas desconocidas (5) y accidentes en infraestructuras (2).

La cifra total de linces muertos este año se eleva aún más si se tienen en cuenta los que han perdido la vida en cautividad, como el caso de Hommer, que murió por estrés tras el desalojo forzado de las instalaciones de el centro de cría El Acebuche en junio de este año como consecuencia del incendio de Moguer (Huelva).

"Lo ideal sería eliminar las muertes por causas no naturales, pero es complejo", ha señalado Simón, quien ha resaltado que en el caso de las infraestructuras es "cuestión de inversión" pero las actuaciones en carreteras son costosas "y todo se paralizó con la crisis".

Las últimas son una hembra y dos cachorros que fueron encontrados ahogados en una balsa de riego en el término municipal de Vilches (Jaén).

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