Los socialistas ven inevitables unas elecciones catalanas que pillan a Podemos a contrapié

  • PSOE y PSC creen que habrá elecciones, pero los socialistas catalanes advierten de que pagarán una factura en las urnas si se convocan mediante el artículo 155.
  • Podemos rechaza el uso del 155 para forzar unos comicios que afrontaría dividido entre su marca, Podem, y los comunes de Xavier Domènech y Ada Colau.
  • Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, dice a 20minutos que la "única garantía" de un buen resultado es la "unidad" entre Podem y comunes.
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, y Miquel Iceta, primer secretario del PSC.
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, y Miquel Iceta, primer secretario del PSC.
EFE
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, y Miquel Iceta, primer secretario del PSC.

Unas elecciones catalanas parecen cada vez más probables, sea por la fractura del independentismo, sea por la aplicación del artículo 155. Los socialistas ven inevitable el paso por las urnas, mientras que Podemos cree que no arreglaría nada y lo afrontaría dividido entre Podem, su marca en Cataluña, y los comunes de Colau, su referente político. Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, dice en declaraciones a 20minutos que debería haber una lista única.

Tras semanas de indefinición sobre su posición si finalmente el Gobierno de Rajoy se decidía a activar el 155, los socialistas deshojaron la margarita el lunes, cuando Pedro Sánchez anunció su respaldo al Ejecutivo en el requerimiento enviado al president Puigdemont. A cambio, el PSOE arrancó al PP el compromiso de poner en marcha la reforma constitucional, una posición que agrada a los diferentes sectores del partido y ha reforzado a Sánchez de puertas adentro.

Los socialistas, eso sí, tienen su propia "interpretación" de lo que significa el 155 y del alcance que deben tener las medidas excepcionales que pudieran adoptarse a su amparo, según dijo el propio Sánchez, que también subrayó que ha transmitido esa visión al presidente del Gobierno y que espera que la tenga en cuenta a la hora de dar sus siguientes pasos. Es decir, que los pacte con el PSOE. Y la visión socialista se resume en la aplicación mínima posible.

Una aplicación mínima del 155

El PSOE quiere que, si hay que recurrir al 155, se haga por el tiempo estrictamente necesario y con la menor intensidad posible. Los socialistas saben de la mala fama de este precepto constitucional, que en el imaginario colectivo se asocia con la suspensión de la autonomía. Por eso Pedro Sánchez, en los últimos días, habla de aplicar el 155 para "restaurar el autogobierno" catalán que Puigdemont ha dañado al situar las instituciones fuera de la ley.

Sánchez también subraya que "nadie" quiere aplicar el 155, aunque los socialistas estarían dispuestos a apoyar la convocatoria de elecciones por la vía de ese artículo, si bien no es el escenario que desean. Si hay elecciones, cree Sánchez, lo idóneo sería que las convocase el president. Preguntados por el riesgo de que de las urnas salga una nueva mayoría independentista, en el PSOE replican que, al menos, habría nuevos interlocutores y que eso favorecería el diálogo.

El PSC advierte de la factura

En el PSC, mientras tanto, preocupa la posibilidad de que se celebren elecciones forzadas por el 155 y que sea con el respaldo del PSOE. "El apoyo del PSOE al 155 para convocar elecciones nos haría daño, sufriríamos mucho", reconoce un miembro de la dirección de los socialistas catalanes. En ese escenario de pacto PP-PSOE para llamar a los catalanes a las urnas, esta fuente cree que el PSC perdería votos por la izquierda a manos de Podemos y los comunes, porque "la imagen de Rajoy en Cataluña es nefasta".

Fuentes de la cúpula del partido subrayan que "esto pinta a elecciones en todo caso, porque no hay más salidas", pero creen que sectores moderados de ERC y, sobre todo, el PDeCAT, tratarán de postergar la convocatoria al máximo. La antigua Convergència, explican, necesita ganar tiempo por su extrema debilidad electoral, y preferirá maniobrar para aplazar las urnas incluso a costa de perder el apoyo de la CUP en el Parlament y tener que dejar morir la legislatura, antes que ir inmediatamente a unos comicios.

El lado positivo para el PSC de cara a unas elecciones, analiza su dirección, es que tiene una "posición clara y nítida" en el debate territorial y que el discurso de su primer secretario, Miquel Iceta –que sería también su candidato–, agrada a sectores del "catalanismo moderado". "También nos avala que por fin Rajoy esté por la reforma constitucional", comenta esta fuente. Los socialistas, ahora mismo, están en mínimos en el Parlament, con los 16 diputados que lograron en 2015 (de 135 en la Cámara autonómica).

Dos marcas, un camino

Al PSC también le consuela el "follón interno" de Podemos, dice una fuente de la dirección socialista. Y es que la formación morada vive una particular situación: el referente político de la dirección estatal en Cataluña es Catalunya en Comú, la formación de Ada Colau y Xavier Domènech que agrupa a Barcelona en Comù, EUiA, ICV y sectores de Podem, la marca oficial de Podemos que permanece orgánicamente al margen y encabezada por un líder impredecible, Albano-Dante Fachin.

Fachin fue, en la primavera pasada, el máximo responsable de que Podem no se integrase en Catalunya en Comú, como deseaba la dirección estatal de Podemos. Ahora, el equipo de Pablo Iglesias considera que lo deseable es que haya una lista única entre la formación de Colau y Domènech –que bien podría encabezar este último, según las fuentes consultadas– y Podem. "No tendría sentido ir separados, tenemos que ir a un espacio único", dice un miembro de la dirección de Podem.

Ese proceso de confluencia, reconoce, podría presentar dificultades porque existen tensiones entre las direcciones de Catalunya en Comú y de Podem a raíz de la frustrada integración del mes de abril. En la dirección de Podemos, mientras tanto, confían en que Fachin ponga todo de su parte para que la integración sea posible y avisan de que ir separados perjudicaría a todas las partes electoralmente y a Fachin en particular, como responsable de un presumible mal resultado.

Echenique pide unidad

En declaraciones a 20minutos, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, afirma: "Lo hemos dicho claramente, la unidad de las fuerzas del cambio siempre es un valor, y en Cataluña lo es doblemente porque el tablero político y la situación política son mucho más complejas. Desde la dirección estatal entendemos que sería un error que hubiera dos papeletas del espacio del cambio si hubiera elecciones autonómicas, y la gente no lo entendería".

Echenique avanza que la cúpula de Podemos seguirá "aconsejando" a Podem y Catalunya en Comú que "apuesten por la unidad" con una fórmula que "tendrá que decidirse en Cataluña" y que, en todo caso, será la "única garantía" de un "buen resultado" para el "espacio del cambio" si finalmente se celebran elecciones. Preguntado por la posibilidad de que se convoquen a través del artículo 155, cree que sería "enormemente grave" y que "alejaría más al pueblo catalán de España".

"No arreglaría el problema de fondo", subraya el dirigente de Podemos, que comenta que no entendería que "un PSOE que hablaba de plurinacionalidad" acompañase "semejante involución en el Estado de las autonomías". "Por eso parece evidente que quienes proponen elecciones lo hacen no porque piensen en Cataluña o en España, sino porque piensan en sus propios resultados electorales. El ejemplo más claro de eso es Ciudadanos", zanja.

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