La riqueza financiera neta de las familias españolas, es decir, la diferencia entre los activos financieros que poseen y los préstamos concedidos que acumulan, ascendió otro 9,3% en el segundo trimestre del año respecto al mismo período del año anterior por el ahorro forzoso debido a la crisis y a la incertidumbre económica y al pago de las deudas acumuladas.

En total, la cifra se situó en 1,3 billones de euros, por lo que ya equivale al 120,6% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, según los últimos datos publicados por el Banco de España. Eso significa que la riqueza  de los hogares se mantiene por encima de los niveles previos a la crisis económica, ya que en el primer semestre de 2007, justo antes del comienzo de la recesión, rozaba el billón de euros, según recoge Europa Press.

Al contrario de lo que venía sucediendo en los últimos trimestres, la deuda de los hogares creció un 0,94% en el segundo trimestre de 2017, hasta situarse en 720.119 millones de euros, lo que indica un leve repunte en la actividad económica. Sin embargo, continúa siendo un 1,5% inferior a la registrada un año antes.

En términos interanuales, la deuda de las familias no ha dejado de caer desde el año 2010, coincidiendo con los años más duros de la crisis.